Opinión

La titulitis y la prensa

Como si de un estupefaciente se tratase, confieso que soy adicto a la lectura y, por supuesto, a la prensa que nos pone al corriente de los aconteceres de cada día. Pero hay cosas que despiertan mi curiosidad y me pregunto ¿por qué? Y esta súbita curiosidad me llevó a suspender un tratado de Nietzsche que estoy alternando con un tocho biográfico de José Ortega y Gasset. ¿Y cuál es esta curiosidad? Trataré de explicarme.

Hay un periódico nacional famoso por los artículos en la tercera plana que llevan anexionado el nombre y distintivo profesional del autor. Otros que no mencionan más que el nombre del autor y algunos que, aparte del nombre anteponen sus títulos universitarios aunque lo que escriben no guarde relación específica con el título académico. Aparentemente esto pudiera dar lugar a que el hecho de poner el título universitario (profesor, abogado, etcétera) es como un refrendo equivalente a decir "soy hombre de letras y no un pánfilo cualquiera". Vaya por delante que consignar el título no es, ni mucho menos, ningún desdoro.

Después de este largo exordio, ¿a dónde quiero llegar? Veamos. El más eminente de los literatos españoles y sin duda uno de los primeros del universo, llamado el Príncipe de los Ingenios, o sea, Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Quijote, se ignora según los historiadores la fecha exacta de su nacimiento por no constar en documento alguno. No obstante, muchos biógrafos apoyados en la costumbre seguida en ciertas regiones de España de imponer al recién nacido el nombre del santo del día en que vino al mundo, suponen que el 29 de septiembre, San Miguel Arcángel, fecha, dicho sea de paso, que está al caer.

Retomando a los que escriben adornando los artículos con sus títulos me lleva a la elemental reflexión de que Miguel de Cervantes Saavedra, Shakespeare, Marqués de Santillana, Rosalía de Castro, Curros Enríquez o el Nobel Camilo José Cela, no podrían poner título universitario alguno, simplemente porque no lo tenían. Claro que según o refraneiro galego "Taberna donde hai bo viño non necesita bandeira".

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