Opinión

Advocaciones marianas en la Catedral

Si recientemente era noticia la publicación del magnífico libro “Catedral de Ourense. Sorpresa gozosa de arte y fe”, escrito por Miguel Ángel González García, canónigo archivero, director del Museo y responsable del Patrimonio Histórico del templo catedralicio, y que ha aportado una nueva visión del mismo, contada por un experto tan cualificado en la materia como es su autor, por nuestra parte queremos hacer referencia a otra edición, esta mucho menos ambiciosa que la anterior, pero no por ello menos interesante.

Nos estamos refiriendo a “Advocaciones marianas en la S.I. Catedral de Ourense”, del que es autor José Pérez Domínguez, deán-presidente del Cabildo de la misma. En la presentación, José Antonio Gil Sousa, canónigo fabriquero de la basílica ourensana señala que con esta obra se trata de contextualizar esta temática, enmarcándola en el ámbito religioso, político y social en que actualmente vivimos y el autor “va situando el contenido del libro en el tiempo y en el espacio sociocultural”, pues las advocaciones marianas “representan un testimonio histórico de la vida creyente de los orensanos”. Y además, con este trabajo, se pueden conocer con detalle las diversas imágenes de la Virgen presentes en el primer templo de la diócesis.

Subraya el autor que esta contextualización permite “una mejor comprensión de lo que se dice, de cómo se dice y de por qué se dice”. Abunda que a lo largo de los más de ocho siglos de existencia de la S.I. Catedral “ha quedado impresa en este edificio la espiritualidad de la diócesis de Ourense, sus devociones y sus fiestas, las manifestaciones religiosas de una fe, la música religiosa con aires y ritmos del pueblo orensano”. En esta publicación, el deán describe algunas curiosidades devocionales de los fieles que acuden al templo.

Por ejemplo, hace referencia a la Virgen de Belén, situada en el Pórtico del Paraíso y que es la imagen mariana más visitada y con más flores, subrayando que en época de exámenes y oposiciones, se llena de súplicas, encargos y promesas. Otras veneraciones son a la Virgen del Popolo o la Inmaculada Concepción. Resulta curiosa la descripción que hace Pérez Domínguez cuando habla de “desfases devocionales debidos a la sensibilidad desbordante del pueblo orensano” y alude a tocar con la mano el manto de la imagen y luego besarla, rozar esa imagen con prendas para luego vestirlas o “encaramarse, sin ser vistos, en alguno de los altares para tocar la cara y las manos de la imagen…”

Aparte del uso de advocación eminentemente mariana de esta obra, la misma también puede utilizarse como guía turística que facilita un recorrido de las imágenes artísticas de la Virgen María que se contemplan en la Catedral siguiendo un orden de fácil localización desde la entrada por la puerta sur, plaza del Trigo, hasta la citada Virgen de Belén en el incomparable y gran desconocido Pórtico del Paraíso.

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