Opinión

Declaración de luto oficial

Una vez más, la declaración de luto oficial, en este caso con motivo de los atentados terroristas en Bruselas, ha vuelto a sembrar las dudas y ha puesto de relieve la interpretación aleatoria que se hace del tema.

Ahora mismo se carece en España de una regulación específica para la ejecución formal de tal declaración por parte de las instituciones oficiales del Estado. Para que tenga carácter oficial la declaración de dicho luto, es necesario que el Gobierno lo haga a través del Boletín Oficial del Estado.

Pero será por eso de que nuestro Gobierno está en funciones que esta vez no ha querido funcionar como debiera y en vez de insertar la disposición en la gaceta oficial, se ha limitado al envío de una nota por parte de la Secretaría General de Presidencia donde dejaba constancia de que “como testimonio del dolor de la Nación española ante los criminales atentados perpetrados en Bruselas el 22 de marzo de 2016, se determina que las banderas ondearán a media asta en todos los edificios públicos, desde las 12:00 horas del día 22 de marzo de 2016 hasta las 24:00 horas del día 24 de marzo de 2016”.

Y punto. Sin más prolegómenos ni ceremonias. La Federación Española de Municipios difundió esta “notificación” y así se aplicó el luto. Pero no es así. Lo hemos dicho más de una vez: los inventos, en protocolo, los justos, porque precisamente el protocolo es tradición, normas, usos y costumbre.

Además, cuando el Gobierno acuerda tal declaración, afecta a la enseña nacional. Si se respetan los usos, las comunidades autónomas tendrían que hacer lo propio con el luto de la bandera autonómica y los ayuntamientos con las locales. Pero lamentablemente no funcionan así las cosas. Cada cual gobierna su casa como le apetece y aquí surgen las divergencias y erróneas interpretaciones. Pero como hemos dicho antes, la cuestión es que no está reglamentada tal declaración.

La Asociación Española de Protocolo, consciente de esta circunstancia, ha difundido una nota oficial en la que pone de manifiesto la desacertada actuación oficial de nuestro Gobierno, “quizá de forma no intencionada pero sí desafortunada, aunque se pretenda acercarnos a los usos que se vienen utilizando en la UE”. Y añade: “La declaración de Luto Oficial no es un mero trámite sino una manera de mostrar una postura rotunda y mayoritariamente respaldada. A veces, la misma irracionalidad de estas situaciones nos lleva a no calibrar, involuntariamente, la repercusión de determinadas decisiones”.

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