Opinión

Desplante real

Pues nuestro monarca va a tener que acostumbrarse a que cada vez que visite Cataluña sea objeto de un desplante institucional por parte de las autoridades de la Generalitat. Acaba de suceder con motivo de su presencia para asistir a la inauguración de la feria Gastech, encuentro para los profesionales del gas y gas natural licuado de todo el mundo.

En este caso, faltó la representante de la consejería del sector vinculado al evento, Empresa, y eso que a priori figuraba que iba a participar en el acto de inauguración, pero a última hora “le surgió” otro compromiso que era asistir a la apertura del salón de energía global, en el mismo recinto. La paupérrima representación institucional del Gobierno catalán se ciñó al director general de Energía, Minas y Seguridad Industrial.

Un episodio lamentable, porque cuando acude el jefe del Estado a una autonomía que forma parte de ese Estado, es obvio y obligado que sea recibido por las autoridades que encarnan el poder político de la misma y que están integradas en sus administraciones como representantes del propio sistema institucional. Y esa Constitución que el actual Gobierno catalán cuestiona habitualmente, es precisamente la que posibilita que estén ocupando esos cargos del poder. Una absoluta incongruencia y sobre la que en más de una ocasión nos hemos referido.

Pero bueno, teniendo en cuenta que la actual Generalitat que lidera Quim Torra ha anunciado públicamente que “se abstendrá” de participar en los actos que convoque y organice la Corona, pues es fácil deducir que esta “alta” representación de autoridades catalanas va a ser una nota frecuente en la vida institucional cada vez que vaya el rey Felipe VI, quien a buen seguro tiene en su mente otros desplantes recientes como el Mobile World Congress, donde la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no asistió a la recepción oficial del monarca, o el acto de entrega de los premios Princesa de Girona, que tuvo que trasladar su emplazamiento tradicional porque el Ayuntamiento no cedió su auditorio para esta gala.
Una desagradable política de gestos que no dejan de ser un agravio institucional y protocolario hacia la figura de nuestro jefe del Estado. Y ahora que se está preparando a la princesa Leonor para que empiece a protagonizar actos oficiales como tal heredera de la Corona, queremos suponer que dentro de esa preparación se dedicará un espacio a “cómo sobrevivir a desplantes de cortesía”.

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