Opinión

Bendición sindical

Muchos miles de enfermos, en principio de Madrid, engrosarán ahora las listas de espera para intervenciones quirúrgicas tras una sentencia del Tribunal Supremo que le prohíbe a los hospitales públicos la apertura de quirófanos por las tardes si no llegan a acuerdos con los sindicatos, y a pesar de que los tengan con los sanitarios de cada centro.

 La apertura por las tardes de quirófanos en los 29 hospitales de la Comunidad se inició en 2015, lo que logró que decenas de millares de pacientes redujeran su espera en varios meses.

Pese a ello, y a las intervenciones en hospitales privados colaboradores del sistema público, las listas tienen ahora 73.834 pacientes, parte de ellos de otras Comunidades, pero que están empadronados temporalmente en domicilios de residentes en la región.

El Supremo sentencia que los sindicatos debían haber participado en las negociaciones para estas aperturas según la Constitución y las leyes laborales.

Invalida así una sentencia anterior del Tribunal Superior de Justicia de Madrid favorable a la Comunidad, que había firmado “pactos de gestión” con los sanitarios de cada hospital; sus sanitarios rechazaban indirectamente así las exigencias sindicales para abrir los quirófanos vespertinos.

Y es que, años antes, la Comunidad había reducido drásticamente el número de representantes sindicales –casi el diez por ciento del personal lo era y casi no trabajaba--, mientras parte de otros trabajadores auxiliares–jardineros, electricistas, fontaneros, planchadoras, por ejemplo-- tomaba bajas constantemente para hacer trabajos fuera.

Para aceptar la apertura de los quirófanos de tarde los sindicatos exigían volver a la situación anterior, y que cada hospital vuelva a tener en nómina a esos auxiliares, que ahora son de empresas externas.

Queda un consuelo: muchos pacientes morirán antes de ser vistos por sus cirujanos, pero con bendición sindical.

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