Opinión

El concierto de Bruce Springsteen

Se acabó el debate y yo bien que me alegro. No habrá final de la Copa del rey en el Bernabéu porque ese día, 21 de mayo para más señas, el terreno de juego madridista tendrá un dueño y ese dueño será Bruce Springsteen. El Jefe celebrará sobre este escenario el concierto final de su gira en territorio español tras tocar con anterioridad en el Camp Nou y en Anoeta. Por tanto, la Federación deberá buscar otro marco para que el partido entre el Sevilla y el Barcelona se celebre presidido por Felipe VI que habrá de volver a tragar los sapos y culebras habituales cuando le chillen, le insulten y le silben.

Como es habitual, esa Federación regida por este personaje torvo, sospechoso e incombustible que es Ángel Villar, tropezará este año también en la misma piedra como lleva haciéndolo en los precedentes, no ha resuelto aún ese problema que suscita tantas tensiones y genera una expectación inusitada cual es el campo en el que se jugará el partido. Entre la completa ausencia de previsión de los federativos y la amenaza constante de los hinchas del Barça nacionalistas, la incertidumbre preside una celebración que debería ser simplemente un evento deportivo. Pero por desgracia, el público que sigue a los culés tiene la virtud de complicar hasta el paroxismo la elección del escenario, y la Real Federación lo sabe de sobra y nunca hace nada al respecto.

Yo por mi parte agradezco infinito que este partido trasmutado en algarada y vindicación ultranacionalista se juegue lo más lejos posible del campo en el que juega mi equipo y respaldo en esta cuestión a Florentino como lo hacen los miles de madridistas que en el campo se negaron a albergar un evento que se está convirtiendo en repulsivo. Si la Federación tuviera autoridad y los conceptos bien claros no pasarían estas cosas pero no desea tenerlos, juega a la ambigüedad y ahora no tendrá otro remedio que hacer encaje de bolillos para encajar el Sevilla-Barcelona. En el Bernabéu ese día juega el Boss y lamentablemente habrán de buscarse otro sitio. La parroquia del Sevilla no tiene la culpa de nada pero a menudo en cuestiones como estas pagan justos por pecadores. Es el impuesto a pagar por esta gloriosa etapa de un Barça que lo gana todo. Menos amigos…

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