Opinión

Boccato di cardinale

El queso, ay, el queso, manjar de dioses. No sé si ellos lo consumían, pero seguramente que sí, porque para eso eran dioses, para tomar lo mejor. Sabemos, sí, de la leche. La leche materna que Hera derramó de su pecho cuando arrancó del mismo a Heracles, al descubrir que este no era uno de sus hijos”. De esa leche derramada por el Universo se formó la Vía Láctea en la que habitamos. No entraremos en más detalles mitológicos. Digamos para resumir, que eran líos de celos y traiciones que se traían los que fueron hechos a semejanza de los mortales, porque fueron los mortales quienes los crearon. Más iguales, imposible. También sabemos que estos seres privilegiados, aunque también sufrientes, comían ambrosía y bebían néctar, según algunos estudiosos. 

Otros opinan que era al revés. El néctar era una bebida deliciosamente dulce, preparada con el zumo de frutas y a veces alcohólica. En cuanto a la ambrosía, parece ser un referente a la miel y el aceite. Este alimento se entendía que confería la inmortalidad y poderes sobrenaturales a los moradores del monte más alto de Grecia. Empezamos con la leche y el queso y nos hemos ido a aquella morada sagrada. Y no es extraño que así sea. El queso es inspirador. Según un estudio publicado en la revista Nutrients, del Multidisciplinary Digital Publishng Institute, el consumo de queso podría estar relacionado con una mejor salud cognitiva en las personas de edad avanzada. Los productos lácteos, especialmente la leche y el queso, se habían relacionado hace tiempo con los beneficios protectores del cerebro, y ahora los científicos lo refrendan el resultado de los trabajos realizados al respecto. 

Ante los problemas que existen relativos a los trastornos cognitivos, incluido el Alzheimer, los expertos aseguran la importancia de identificar los estilos de vida para mitigar los riesgos. Para los interesados, esta interesante información puede leerse en psypost.org. Las pruebas fueron llevadas a cabo por un equipo de investigación que analizó cada dos años los datos correspondientes de 1.516 participantes de 65 años en adelante. Los participantes pertenecientes a Tokio, fueron “sometidos a evaluaciones detalladas sobre sus patrones dietéticos con especial atención al consumo de queso”. El queso, boccato di cardinale, y ambrosía para los ratones. Qué listos son.

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