No es la primera vez que algunos pacientes, de forma natural o debido al tratamiento médico, han sido capaces de controlar y eliminar de sus organismos el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En octubre de 1993, científicos de Kenya y Canadá informaron de cierta inmunidad natural frente al SIDA en un grupo de 25 prostitutas de Nairobi (Kenya). Dos años más tarde, un equipo de especialistas británicos detectaron la misma extraña inmunidad al SIDA en otras 6 prostitutas de Gambia que mantenían relaciones sexuales sin condón con sus clientes. Concretamente, en estas mujeres se detectaron linfocitos T capaces de eliminar las células infectadas por el VIH. Recordemos una particularidad de este virus que lo ha convertido en una amenaza para la humanidad: su capacidad para replicarse desde el ADN de las células huésped, lugar que únicamente abandona cuando éstas se destruyen y mueren. De ahí las enormes dificultades para curar esta enfermedad infecciosa. Hasta el día de hoy solamente se han descrito a nivel mundial 4 casos de curación gracias a la intervención médica, en enfermos trasplantados con células madre debido al padecimiento de linfomas o leucemias. Además, existe un conjunto de pacientes que a pesar de no haber recibido nunca tratamiento, no presentan el virus en sus organismos y nunca se han enfermado.
Los expertos los denominan controladores de élite, incluso destacan un subgrupo de ellos, los controladores de élite excepcionales, que llevan más de 25 años sin que el VIH dé señales en sus organismos, si bien en su día fueron infectados mientras su sistema inmunológico reaccionó para controlar al virus y permitirles llevar una vida normal y sana. Entre estos 2 grupos de controladores se sitúan los llamados controladores postratamiento, como la paciente del Clinic de Barcelona, pacientes tratados con antirretrovirales en la fase aguda de la infección y que por diversas razones han dejado de de tomarlo y continúan controlando al VIH sin medicación. A pesar de todo, los expertos recomiendan que ningún paciente abandone el tratamiento contra este virus sin supervisión médica.