Opinión

Propuesta de economía

En el paisaje incomparable de Allariz y con el Hotel Oca como telón de fondo, una representación del mundo económico, empresarial, político y social auriense, en el ámbito del Foro convocado por el diario La Región, arropó al economista José Carlos Díez Gangas.

Díez Gangas, director del Foro del Agua, espacio integrado en la universidad de Alcalá donde ejerce la docencia, es miembro de numerosas entidades de estudio y análisis económico a nivel internacional; articulista dentro del país y eventual en The Times o The Economist o The Finantial Times, y contertulio de distintos programas de radio y televisión nacional. 

Gangas se desplazó a la villa alaricana para hacer balance y análisis de las posibilidades económicas de la provincia ourensana, de la que esbozó una dramática radiografía al considerarla la que menor inversión recibe por parte de la Administración, así como donde el impulso e iniciativa empresarial decae.

Con una visión genérica abogó sobre la necesidad de integrar a Ourense en el comercio mundial, proyectando hacia el exterior la industria autóctona de jamón, vino y textiles, sin duda obviando que ya se comercializan desde Shanghái a Varsovia o de Washington a Lisboa.

Enarbolando como paradigma internacional a empresas como Coren —dentro del modelo cooperativista—,  e incidiendo particularmente en la manufactura de la moda, Verino, Adolfo Domínguez, Purificación García o, en el mismo contexto aunque ya en el espacio gallego, buques insignia como el imperio de Amancio Ortega, aseverando que los ourensanos debían convencerlo para que su fundación invirtiera en la provincia, Gangas puso de manifiesto la gran calidad de la producción ourensana pese al escaso espíritu empresarial, frente a una mentalidad productiva artesana.

Según Díez Gangas, es la inclinación de los gallegos por el buen beber y comer lo que justifica la bondad de la elaboración provincial, de la que declaró apenas le falta un impulso publicitario para ser demandados en el exterior.

A decir del economista, países como China sienten reverencia hacia cualquier cultura milenaria, lo que se traduce en un gran respeto y consideración por cuantos pueblos integran España.

Sin escatimar guiños a los socialistas ZP y Pedro Sánchez, de quienes afirmó gustarle ahora más que antes pese a no especificar los méritos, no ahorró críticas a la gestión de la crisis por Rajoy, admitiendo aun así la imposibilidad de otra opción en una economía mundial —remero en el barco común de la Unión Europea y por lo tanto sujeto a sus directrices—, estableciendo en última instancia que el Ejecutivo actuó de manera inequívoca según las exigencias de la situación, tanto en lo referente al crac bancario y financiero como a la coyuntura provocada por el soberanismo catalán.

En idéntica línea mostró sus reticencias hacia el resto de nacionalidades históricas, evidenciando un parco conocimiento del devenir y la realidad cultural gallega, con dardos velados contra una hipotética independencia que el conjunto de la ciudadanía gallega en ningún momento invocó, confundiendo en ocasiones a los asistentes acerca de que la naturaleza de la exposición fuera política o económica,  poniendo no obstante de relieve su habilidad como tertuliano y orador.

Socialdemócrata confeso pese a su dura propuesta neoliberal del mercado, en cualquier caso Díez Gangas planteó una repuesta generalizada ante el reto empresarial ourensano, dentro de un marco global que no hace distinciones entre Hong Kong, Canberra, Nueva York o Froufe de Abaixo.

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