Este miércoles 4 de octubre comienza en el Teatro Principal una nueva temporada de Enclave de Cámara con ocho conciertos que van desde recitales (Lugansky o I. Fanlo) a septetos (Ensemble Praeteritum), incluyendo música del último barroco hasta compositores actuales como el gallego Fernando Buide o el catalán J.M. Guix.
La obra de este último forma parte del programa del primer concierto, que interpretará el joven cuarteto español Dalia. Una agrupación conformada por músicos como Elena Rey u Oleguer Beltrán, parte de una generación de fantásticos músicos que han ocupado puestos relevantes en formaciones extranjeras. Podemos decir, sin rubor, que cada vez hay un número más significativo de músicos españoles cuya calidad les hace tener una presencia continua en el panorama internacional. Sin embargo la otra cara de la moneda (por desgracia casi todo en esta vida tiene dos caras) es que en muchos casos estos intérpretes tienen que buscarse la vida en otras latitudes (por lo general más al norte) ya que el panorama español ha mejorado pero no deja de ser renqueantes e incapaz de asumir tanto talento. Y ya por irme por la tangente habría que preguntarse dónde, en un país con tantas nuevas escuelas de música y jóvenes músicos, están los jóvenes en los conciertos (espero que no sea verdad la aseveración de un relevante compositor español que siempre decía que en España a los músicos no les gusta la música; una afirmación que hacía a la luz de los hechos o, mejor dicho, de la asistencia a los conciertos).
Pero volvamos a la música. El Dalia comienza con Bach, con una de sus últimas obras, “El arte de la fuga”, la cual dejó incompleta y que escribió sin especificar instrumento, lo cual ha favorecido su difusión y popularidad. Es una obra , que en palabras del eminente compositor y estudioso Josep Soler, tenía como finalidad “mantener la antigua sabiduría, ponerla a salvo y entregarla” a futuras generaciones, y que se mueve dentro de los cánones estéticos de la época, pero lo increíble es que con una obra que posiblemente buscaba ser un compendio didáctico consiguió una de las obras musicales más importantes de la historia.
De Bach pasamos a Franz Joseph Haydn, quien como dice el excelso músico y escritor ourensano Cibrán Sierra es “el responsable principal de que se convierta en un auténtico género musical”. El Dalia nos trae uno de sus más importantes cuartetos, uno de los op.20 “Sol” (el nombre se debe a que en la primera edición la editorial Hummel introdujo en la portada una representación del astro rey). Ese sol parece simbolizar una nueva época, y en parte es así ya que en los opus 20 Haydn invoca el pasado rindiendo homenaje a formas pretéritas como es la fuga , a la vez que introduce elementos de modernidad como es la liberación de violonchelo que convierte en un instrumento con discurso propio del mismo rango que los otros tres instrumentos compañeros.
Comienza la segunda parte con una obra de fuerte inspiración poética en la naturaleza del compositor Josep Maria Guix. Autor de una obra rica y variada con un sello muy personal. No se asusten no es música difícil, es compleja pero uno agradece escucharla, este compositor siempre tiene algo que decirnos. Les sorprenderá gratamente.
Así como Haydn tenía facilidad para escribir cuartetos, lo cual atestigua sus casi 68 composiciones, Brahms tardo mucho en componer sus primeras obras para esta formación y tras numerosos intentos (se habla de más de 20 ensayos frustrados). Su primer cuarteto lo compone con más de cuarenta años y bajo una fuerte influencia de Beethoven, pero es justo añadir que sin lugar a dudas realizó una brillante composición a la altura de los grandes maestros como era él.
Sin duda el Cuarteto Dalia recogerá esta tarde en el Principal el espíritu del ciclo en este primer concierto. ¡Que lo disfruten!
