Hace ya más de una década la gran pianista rusa Elisabeth Leonskaja me recomendó mantener los ojos y oídos atentos a un joven pianista español: Juan Pérez Floristán. Así hice durante años, ayudado por gente como Ana Guijarro, maestra de pianistas españoles como Javier Perianes. Por fin, un día hablé con Ana, y decidimos programar en Madrid un concierto de este joven talento.
Pusimos fecha al recital y se anunció.
El destino quiso que meses antes Juan ganase, el que sin duda es el premio para piano más célebre de España, el Paloma O’Shea en su edición de 2015. Ganar el premio fue importante, pero también es destacable que fuese el primer español que lo obtenía desde el año 1978, cuando el gran Josep Colom se hizo con el galardón.
Pero el 2015 fue a más para Juan ya que no hay que olvidar que en ese año también obtuvo el primer premio del Concurso Steinway de Berlín.
Como muchas otras personas acudí al recital expectante, sabiendo que estaba ante un estupendo pianista –para algo habíamos hecho el seguimiento durante años-, pero lo que me encontré fue bastante más de lo que esperaba. La interpretación de Beethoven y Schumann, fue impresionante; sobre todo por su madurez. Juan dio una lección de sobriedad, de calidad técnica pero, sin aspavientos ni lucimientos innecesarios. Sin embargo, una de las cosas que más me llamó la atención fue la capacidad de Juan para comunicar con el público, incluso hablando desde el escenario y metiéndose a los oyentes en el bolsillo.
Ahora, Juan es un pianista “internacional”. No ha perdido sus raíces, y se nota en la manera de tocar, pero ha conseguido lo que muchos sueñan: pasar la barrera de los Pirineos, y no eventualmente; sus compromisos tan pronto le traen a Enclave de Cámara en Ourense este 5 de abril, como le llevan a Londres, o a Berlín, a la vez que toca con orquestas como la Filarmónica de San Petersburgo, o da recitales en salas como el mítico Wigmore Hall londinense.
Juan Pérez Floristán es una de las muestras más brillantes e interesantes del nivel que han alcanzado los músicos y formaciones españolas; al igual que lo son las dos orquestas gallegas: Sinfónica de Galicia y Real Filharmonía; o el que músicos como Joaquín Riquelme –que tocó en Enclave de Cámara el pasado 12 de enero- sea viola de la Filarmónica de Berlín.
¡Bravo Juan! Te lo mereces.
