Opinión

BLA, BLA, BLA

Cuantas frases estúpidas decimos a lo largo de nuestra vida, para dárnosla de originales: 'Para gustos se hicieron los colores', 'Todo es según el color del cristal con que se mira', 'Yo no comulgo con ruedas de molino', '¡Que despilfarro! Con tanta hambre como hay en el mundo'. Como si las sobras que les das a un gato pudiera convertirse en pavo asado para esa pobre gente que padece la hambruna en África. El bla bla bla de la gente semiinculta nos inunda por medio de frases como: 'Se requiere más valor para vivir que para suicidarse', 'Juventud, divino tesoro', 'Pero ésta es otra historia', Bueno, eso lo dijo Kipling y ese sabía lo que decía.


Entonces, ¿no se puede hablar de nada?, me dirían ustedes, claro que se puede, pero controlando no el contenido de la frase. sino la forma. Existe un proverbio que no se si es de Confucio o es mío que dice: 'El hombre vulgar, razona, el necio, discute y el sabio, calla'. Naturalmente, es de Confucio.


Con las mujeres está comprobado que no se puede discutir cuando no tienen razón y con los hombres no se puede discutir cuando no tienen razón y quieren tenerla. ¡Ah! y, por favor, en una discusión con otra persona, ya sea hombre o mujer, nunca pregunten a un tercero: 'Usted, ¿Qué opina?'.


Con hacer que la verdad triunfe no se consigue nada. Y no se le ocurra decir: ¿Sabes lo que te digo? 'Para ti la perra'. Eso es como dar la razón a los tontos. Falta de estilo. Y el estilo es lo que jamás debemos perder, he dicho. He dicho que el estilo es lo que jamás debemos perder. Y punto.

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