Opinión

Una copa de menos

Un señor entra en un bar, se aproxima a la barra y le pide al barman:

-Por favor, sírvame una copa de menos.

-¿Cómo una copa de menos?-preguntó contestando el barman-, aquí siempre servimos una copa de más.

-Es que tengo que conducir y me han recomendado que procure tomar una copa de menos.

-¿Cuántas copas toma usted antes de ponerse al volante?, trata de averiguar el barman.

-Esto es lo malo, que yo nunca tomo ninguna copa y como ahora me piden que tome una copa de menos, y yo soy muy obediente, se me ha planteado un problema gravísimo. ¿Tomar una copa de menos significa que debo tomar una copa, aunque sea de agua?

-Una copa de menos, menos de una copa -empezó a armarse un lío el barman- pues, es menos que menos de una copa. Porque cuando se dice una copa de menos significa que ha tomado, por lo menos alguna; pero si no toma ni una, no sé cómo va a tomar una copa de menos.

-¿Sabe qué? Tomaré asiento un momento. ¿Qué le debo?

-Pues... balbuceó el barman, nunca he cobrado por tomar asiento.

-Entonces, si no cobra el asiento, vendré todas las tardes a sentarme.

Y tranquilamente se sentó.

¿Verdad que hay cosas que no se entienden? Por poner un ejemplo, yo nunca he entendido por qué al aceite se le llama de oliva y, en cambio, a las olivas, se las llama aceitunas.

Te puede interesar