Nace un señor en Jaén y hace unas oposiciones; nacen gentes a montones y se presentan también.
Todos quieren vivir bien y ganar la oposición y en este mundo ladrón, el fulano que oposita para ganar necesita buena recomendación.
Nace un señor en Tarrasa sin comerlo ni beberlo y al poco tiempo hay que verlo que representa a una casa.
Por esto cobra una tasa, un plus y una comisión y en el mundo, en conclusión, el que medra y no fracasa tiene, como el de Tarrasa, buena recomendación.
Y, digo yo, eso de la inflación ¿tiene algo que ver con el aumento de la natalidad?
Fíjense que vendían el terreno por palmos cúbicos… Y es que era un cementerio.
Las letras de los sillones de la Real Academia ¿también hay que pagarlas?
El triunfo en esta vida es llevar siempre una sonrisa. La misma talla sirve para todos.
