Opinión

¿Elecciones?

El PNV condiciona su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado a lo que ocurra  en Cataluña, y ha abierto la caja de los truenos sobre un presunto adelanto electoral. Que si  el PNV tumba el gobierno de Rajoy y  es obligado disolver las Cortes, que si  Rajoy tiene ya decidido hacer coincidir las generales con las autonómicas catalanas, que   Rajoy quiere adelanto para coger a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias con el pie cambiado y sus partidos manga por hombro…

La rumorología se dispara y entra el escena el viejo dicho periodístico de “no dejes que la realidad te estropee un buen titular”.  Porque lo cierto es que no hay nada que indique que Rajoy anda pensando en urnas. Por no haber, ni siquiera  hay una posición  inamovible del PNV sobre los Presupuestos Generales del Estado pero, en el caso de que Urkullu y Ortúzar hayan optado ya por no aprobarlos, ni siquiera es obligado convocar elecciones porque pueden prorrogarse los actuales PGE, que fueron aprobados hace solo unos meses. Es decir, que la decisión está  exclusivamente en manos de Mariano Rajoy,  no del PNV.  Si decidiera adelantar las elecciones sería porque lo considera conveniente, y la falta de apoyo a los PGE podría servirle de excusa, pero una excusa sin fundamento.  

Puede por tanto  Rajoy convocar elecciones en unos días, o dentro de un mes, o de un año, cuando considere llegado el momento propicio.  La única posibilidad de tumbarlo es que la oposición  presente una moción de censura con los apoyos necesarios.  Si no lo hace, si no le salen las cuentas, si no se atreve, el mango de la sartén lo tienen Rajoy. Su gente asegura que no ha dicho una palabra sobre adelanto electoral,  y seguro que no mienten porque se trata de una decisión que se debe mantener bajo secreto de confesión, en caso contrario perdería su eficacia. Por no hablar de que Rajoy es experto en mantenerse callado incluso  sometido a tortura. Lo que sí ha comentado más de una vez, como media España, es que este país se fortalecería con un PP sólido y un PSOE sólido, y es evidente que en este momento el PP ha ganado puntos al imponer el gobierno la legalidad ante el desafío catalán; como  han ganado puntos  PSOE y Ciudadanos al apoyar esa autoridad –a ver lo que  le dura a Pedro Sánchez- mientras que Podemos anda de capa caída por sus serios problemas internos y por el respaldo de Pablo Iglesias a quienes están contra contra la Constitución. Se puede dar por seguro que Rajoy, como cualquier presidente de gobierno, analiza minuto a minuto el pulso del escenario político para tratar de barrer para casa.  En este caso, barrer a favor de una España  estable y de  un PP  con  mayor representación parlamentaria. Así que nuevas elecciones generales… las habrá, algún día. Pero no dependerán del PNV.

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