Opinión

Es de justicia reconocerlo

Somos muchos los que criticamos la labor de Zapatero como mediador en Venezuela por su falta de equidistancia,  el ex presidente se situaba permanentemente al lado del chavismo. Esta periodista calificó incluso como “patético” su papel cuando, de parte de Maduro, hace semanas Zapatero se entrevistó con Leopoldo López en la prisión de Ramo Verde y le ofreció arresto domiciliario. Que López rechazó, tajante, mientras no tuvieran la misma posibilidad  los restantes presos políticos, más de 300, y las mínimas garantías de libertad para los ciudadanos venezolanos.

Leopoldo López  finalmente ha sido trasladado de Ramo Verde a su domicilio. Por razones de salud, según el gobierno de su país. Sin embargo, él mismo, su familia, e incluso el presidente Rajoy que sabe perfectamente qué se cuece en Venezuela, han agradecido el papel de Zapatero y consideran que ha sido muy relevante para conseguir ese cambio de situación. 

El ex presidente ha realizado un nuevo viaje a Caracas la semana pasada y su insistencia ante Maduro ha sido esencial para que el dictador finalmente haya ablandado su posición. Se supone que  además  el gobierno ha dado  a López las garantías que no le dio hace dos meses respecto a otros presos y respecto a  libertades, porque es evidente que Leopoldo no  se encuentra en estado crítico, como insinuaba el gobierno, sino debilitado por los tres años de encierro, según su familia. Así que es de justicia reconocer el error de las críticas a Zapatero,  dar marcha atrás en las opiniones adversas dedicadas a su gestión negociadora, agradecerle su tesón y esperar que siga trabajando para que Venezuela recupere las libertades hoy perdidas.
La nueva situación de Leopoldo López demuestra que Maduro se ve contra las cuerdas, lo que es tan buena noticia como esa nueva situación del líder de la oposición a Chávez y a Maduro.  Las manifestaciones  masivas que se han cobrado ya  un centenar de muertos, y que no debilitan los ciudadanos que exigen libertad sino que los fortalecen;  el paso a la oposición de la fiscal Luisa Ortega –la que decretó la orden de prisión para López, por cierto- , y las presiones internacionales –con España como abanderada- por la deriva antidemocrática del presidente, que  ha iniciado un seudoproceso constituyente con un Consejo dotado de plenos poderes,  había colocado la “revolución bolivariana” en una situación insostenible que ponía en riesgo  la presidencia de Maduro.

El presidente venezolano respecto a  López,  pero no puede confiar en que eso pueda salvar su futuro.  Leopoldo López, desde  su domicilio, se pondrá en cabeza del movimiento  que cerca a Maduro desde que tomó sus primeras decisiones como presidente, y que ha denunciado sistemáticamente sus modos dictatoriales. En ese camino de oposición se han perdido muchas vidas y Leopoldo López no puede permitir que el traslado  a su domicilio lleve aparejado un cambio de actitud hacia el gobierno. Al contrario. Aprovechará la evidente debilidad actual de Maduro.
 

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