Quiere un PSOE que vuelva a ganar, unPSOE unido y un PSOE construido con votos “que no estén en la nostalgia y el rencor”, frase dirigida directamente a la yugular de Pedro Sánchez aunque Susana Díaz no pronunció su nombre.
El acto de Ifema fue multitudinario, apabullante. No ha podido tener mayor respaldo público la presidenta andaluza, pero la pelea empieza ahora. Llega la hora de buscar voto a voto por toda España, por cada provincia, cada pueblo, cada agrupación, como advirtió ella misma. Y ni Patxi López –que cuenta con más respaldo del que contaba al principio- ni Pedro Sánchez –que ha perdido apoyos importantes de dirigentes que se han pasado al flanco de Patxi, como la balear Francina Armengol, la vasca Idoia Mendía, o un sector importante del socialismo madrileño y murciano- se lo van a poner fácil. La “foto” de su inicio de campaña, con tantos hombres y mujeres importantes en la historia del socialismo, el entusiasmo de sus palabras, su insistencia en la unidad y en el mensaje optimista, no pueden ocultar que la lucha va a ser complicada aunque parece partir con ventaja. Pero en política la situación puede sufrir un vuelco ante un paso en falso, una frase inoportuna o una reacción imprevista.
Aunque el empuje de Susana Díaz es conocido y ha aparecido con toda su fuerza en ese acto en el que ha anunciado su candidatura después de meses sin desvelar la incógnita sobre sus intenciones. Se intuían, pero se guardó muy mucho de adelantar acontecimientos, empeñada en mantener el calendario que se había marcado. La incógnita era parte de su estrategia.
En su larga intervención ofreció varios mensajes sin citar nombres que prefería no mencionar. Es evidente que cuando se refería al voto del rencor se dirigía a los seguidores de Pedro Sánchez, como también se refería al ex secretario general cuando dijo que el PSOE debe gobernar “desde la victoria” o que “una cosa es pactar con un partido y otra es entregar el PSOE o imitar a otro partido”, que fueron precisamente los errores que cometió Pedro Sánchez en su acercamiento a Podemos, y que provocaron la operación que culminó con su dimisión forzada.
Susana Díaz “vende” otra cosa, un PSOE que sea capaz de vencer al PP y convertirse nuevamente en un partido de gobierno. Que es lo que quieren los militantes y votantes. La aventura de Pedro Sánchez, se palpaba en Ifema, no conducía más que al desastre, como se vio en las dos últimas elecciones generales. Esos resultados son el principal escollo de la candidatura de Sánchez, y son también la principal baza de Patxi López y Susana Díaz a pesar de las carencias de uno y otra, que las hay. Pero este domingo se ha visualizado que los que han hecho historia en el PSOE, de los tres candidatos prefieren a Díaz … a pesar de esas carencias.
