Opinión

Yolanda ¿vida propia?

Es difícil creer que Yolanda Díaz haya ido a Bruselas para entrevistarse con Puigdemont sin que Pedro Sánchez lo supiera hasta el momento de iniciar el viaje, como dicen en el PSOE. Cuesta creerlo, pero sería una falta de respeto al presidente y a su vicepresidenta segunda tenerlos por mentirosos. Yolanda supuestamente ha viajado a Bruselas por propia iniciativa, no ha sido enviada por nadie, lo ha hecho para colaborar con la investidura de Pedro Sánchez, en la que ella misma se juega su cargo de gobierno si Sánchez no logra la mayoría suficiente. Ha ido a buscar salidas para “el conflicto”.

Ya nada sorprende en la izquierda. Lo último ha sido la apertura de curso político en la que Sánchez ha dicho, para justificar sus alianzas, que ninguna fuerza puede hoy gobernar sola. No ha descubierto la pólvora, pero si ese es el argumento que utiliza para responder a quienes le echan en cara que se alíe con partidos que, por infinitas razones, millones de españoles consideran detestables, no se comprende las arremetidas contra el PP por aliarse con Vox. A esta periodista le produce un rechazo profundo que el PP se vea obligado a asociarse con Vox, pero insistiremos una vez más: peor es asociarse con Bildu. O con Puigdemont.

Yolanda Díaz ha sido la primera ministra de un gobierno en entrevistarse no con un fugado de la Justicia, sino con dos, porque también asintió al encuentro Toni Comyn. Eso ya indica lo que le importa la Ley. Mientras Díaz se encontraba con Puigdemont, Pedro Sánchez pronunciaba un discurso sorprendente. Sobre la posible amnistía decía que no contemplaba nada que no fuera constitucional, para añadir después que “es el momento de la audacia”, y de dejar atrás “la fractura de Cataluña”. ¿Quién ha provocado esa fractura, los constitucionalistas o un presidente de la Generalitat, independentista, que se fuga cobardemente a Bélgica sin avisar siquiera a sus colaboradores para que se las arreglen como puedan?

Lo que está claro en esta historia dantesca que avergüenza a media España y a media Europa, es que Yolanda quiere demostrar que tiene vida propia aunque todos sabemos que no daría un paso sin el visto bueno de Sánchez, por la cuenta que le trae. Ha utilizado y traicionado a todos los que la han llevado al primer plano de la política, Beiras y Pablo Iglesias entre otros, y ahora considera necesario demostrar que ella es mucha Yolanda y puede jugar un papel fundamental en el futuro de Sánchez. 

El resultado de Sumar en las generales no ha sido el deseado, y el cemento que une a los partidos que se acogen bajo esas siglas no es muy sólido; quizá Díaz debería dedicar un tiempo a reforzar la unidad de Sumar antes de plantarse en Bruselas para dedicar sus mejores palabras a Puigdemont… y convencerle de que su situación legal saldría muy bien parada si diera instrucciones a Junts de votar a Sánchez en la investidura.

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