Quizá lo llevamos inscritos en los genes desde nuestros antepasados más antiguos. Y por eso cuando acabamos por darnos cuenta de determinadas mentiras nos caemos de un guindo. No consta que ese fuera el árbol del que se cayó nuestra ancestro australopitecus, Lucy, que murió como resultado de las lesiones que se produjo al caer de uno de ellos. Y es también ejemplo de las contradicciones humanas. Los australopitecus bajaron de los árboles y comenzaron a caminar erguidos facilitando la evolución de la especie humana, y quizá por nostalgia Lucy volvió a subirse a un árbol perdida ya parte de las habilidades de sus propios ancestros y se cayó y se mató. Y dese entonces así pasamos la vida, cayéndonos del guindo y nostálgicos de una vida anterior.
