Opinión

La justicia es ciega

En las caricaturas de la Justicia la venda que cubre sus ojos está levantada y ve. Que uno de los casos de corrupción más estruendosos vaya a ser juzgado por tres jueces del mismo talante, una de ellas galardonada por la secretaria general del PP y otro metido con calzador y a la segunda en el Tribunal Constitucional del que tuvo que dimitir, después de tanto esfuerzo político, por cuestiones de seguridad vial, y ambos a la vez exvocales del CGPJ propuestos por el mismo partido político que se va a sentar en el banquillo, no da la mejor imagen de imparcialidad del tribunal. Pero una cosa es la apariencia y otra que los jueces sean imparciales, como tienen que ser. Vale. Pero en este país de malpensados es difícil sustraerse a lo del César y su señora.

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