Se dice que cada pueblo tiene los gobernantes que se merece. Pero no es verdad a pesar de que lo hayan votado mayoritariamente. Cuando un político es elegido presidente de un país, su primera declaración obligatoria es, que será el presidente de todos sus ciudadanos. El caso de Jair Bolsonaro, un provocador de ultraderecha y populista similar a Donald Trump en cuanto al nivel de sus propuestas y de sus comentarios políticos, es paradigmático. de su catadura moral y política, y de su capacidad para buscarse amigos por todas partes. Su comentario sobre la mujer de Emanuel Macron en comparación con la suya, 27 años más joven que él, es de una degradación impropia del mandatario de un país. A eso se añade culpar a las oenegés de los incendios en la Amazonia, sus ataques a los homosexuales, a los negros, a las mujeres, que se han sucedido a lo largo de sus declaraciones. Como dice Macron: “Espero que los brasileños tengan pronto un presidente que esté a la altura”.
