Opinión

Salud y coherencia

Que a un político le pillan saltándose el código ético de su partido sobre regalos y prebendas, pues se exige su dimisión y el susodicho la presenta casi de forma inmediata después de que los suyos y los contrarios le hayan dado la espalda. Así se hacen las cosas. El dimitido vicepresidente del Gobierno balear y consejero de Turismo, el ecosoberanista Biel Barceló, realizó la pasada semana un viaje privado a la República Dominicana sufragado por una empresa que patrocina un espacio deportivo del que Barceló es contertulio. Una vez más el chivato de la escapada ha sido una fotografía subida a una red social. Podemos Baleares había pedido su dimisión “por salud democrática y coherencia política”. El afectado lo ha entendido así y ha presentado su renuncia. Y la polémica queda acotada: el que mete la pata la paga y los demás a dedicarse a gobernar o a hacer oposición.  

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