Opinión

Y pasó el 3 de mayo

Pues también yo les voy a decir una cosa… cual es que, encontrándome en un estado de ánimo entre decaído y triste, tras tamaño sometimiento a su causa del presidente del Gobierno, a la libertad de expresión en una prensa libre, esencia de la democracia, observo que hasta ni respetó la efeméride. Pasó con más pena que gloria el 3 de mayo, el Día Mundial de la Libertad de Prensa, este año dedicado a la importancia del periodismo y la libertad de expresión en el contexto de la actual crisis medioambiental en el mundo. Y, a más inri, salen el propio día 3 unas declaraciones que no dejan indiferente a nadie, resultando más intolerantes y ofensivas por la conmemoración del 3 de mayo: “Sánchez renueva las críticas a jueces y periodistas en su vuelta a la actividad y sostiene que el PSOE es la base de la democracia”. ¡Venga!, el “puto amo”, el resucitado al quinto día, echándole más leña al mono.

Los testigos de la transición política sabemos lo de que no hay democracia sin una prensa libre y plural. Es conocida la frase del presidente Jefferson: “Prefiero periódicos sin democracia que democracia sin periódicos”, que parece fue distorsionada, ya que Jefferson no habló de “democracia” sino de “gobierno”, con lo cual sería: “Prefiero prensa sin Gobierno a Gobierno sin prensa”, con lo que va a resultar que Sánchez, paradójicamente, desea recortar o suprimir la libertad de expresión para recuperar la confianza en los medios en la procura de la regeneración democrática. ¡Dios mío! ¿Y no será la intención del sanchismo poner al zorro al cuidado del gallinero?

Decía anteriormente que, a nivel general, pasó con más pena que gloria el Día Mundial de Libertad de Prensa, el 3 de mayo, pero hubo, ¡hay!, una institución, la provincial, la Diputación de Ourense, que ese mismo día, coincidiendo con la celebración –insisto que vi poca y lo más notorio fue la crítica de Sánchez-, anunció la renovación del Premio de Xornalismo Xosé Aurelio Carracedo, con el reconocimiento a la trayectoria de un profesional y una bolsa para estudiantes. Un importante iniciativa, lo que se dice predicar con el ejemplo. Es una auténtica desgracia que el presidente del Gobierno, el mismo que abdicó cinco días de su responsabilidad, reaparezca para atacar a la prensa, viendo fantasmas y sea el propio día 3 de mayo, cuando aparezca un titular tan provocador: “El PSOE es la base de la democracia”. Correspondería: “La prensa es la base de la democracia”.

La maldita escusa, por mentirosa, del sanchismo es, paradójicamente, los bulos y mentiras de la prensa y la oposición. A esto se le puede contestar y demostrar el “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, que no es otra que la mentira compulsiva de Sánchez y su mesnada: 1) “El independentismo pide la amnistía, algo que este Gobierno no va a aceptar y que desde luego no entra en la legislación ni en la Constitución” (Sánchez el 20 de julio 2023). 2) “La amnistía no está reconocida en nuestro ordenamiento jurídico” (Marlaska, 4 de noviembre 2019). 3) El PSOE no aceptará ni la amnistía ni la autodeterminación, no negociará con Puigdemont” (Illa, el 24 de julio 2023); hoy está de campaña en Cataluña bendiciendo la amnistía. 4) “La amnistía no es planteable en un Estado constitucional y democrático; sería suprimir literalmente uno de los tres poderes del Estado, el judicial” (Carmen Calvo)... y así sucesivamente. ¿Quién va mucho más allá de bulos y mentiras? ¿Cómo va a querer Sánchez una prensa libre, que recoge lo que presume pero carece, y recuerda sus contradicciones y flagrantes mentiras…?

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