Opinión

Argentina: fin del Peronismo


Cuarenta años de peronismo han acabado con el triunfo de Javier Milei como nuevo presidente, un hombre que en tres años ha pasado de ser un contertulio de televisión especializado en economía, a nuevo inquilino de la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre. 

Considerado ultraliberal por unos y ultraderechista por otros, en lo que sí coinciden todos es en su carácter populista, rompedor, ácrata… y sin ninguna experiencia política. Probablemente su perfil ajeno a la política es la razón de que se haya votado a su partido, la mayoría de los argentinos consideran a su clase política la causa de todos sus males. La Libertad Avanza, que ha sacado 11 puntos de ventaja a su adversario Sergio Massa, ministro de Economía del Gobierno de Alberto Fernández, que después de ponerse a disposición de Milei para contribuir a una buena transición de gobierno y de régimen, expresó su deseo de dimitir de ministro, lo que en principio no ha aceptado el presidente.

Milei no es un hombre convencional, y si ya causó sorpresa que ganara unas primarias entre partidos el pasado verano, que ganara las presidenciales a Massa -un político de larga trayectoria- ha provocado auténtica conmoción. La razón sin embargo es fácil de entender: Argentina va de mal en peor, la corrupción en el mundo político ni siquiera se disimula, la clase media prácticamente no existe porque ha caído en la pobreza y la inflación anual se acerca al 150. Los mensajes que ha transmitido Milei, aunque a la mayoría de los políticos les parecen disparatados, sin embargo han calado entre la gente joven y la maltratada clase media, que se han inclinado por dar un voto de confianza a ese candidato atrabiliario que quizá prometiera imposibles, pero al menos rompía con una casta de dirigentes peronistas que habían convertido a Argentina en un país sin futuro a pesar de sus grandes recursos naturales y ser la tercera economía de América Latina, aunque hasta hace dos años ocupaba el segundo lugar, prueba de su deterioro económico. 

El presidente electo ha presentado un programa de gobierno basado en apenas media docena de grandes proyectos: menos gasto público, reducción de la estructura del Estado, potenciación de la educación y la sanidad públicas, el dólar estadounidense como nueva moneda y cierre del Banco Central.

El peronismo se ha visto sacudido por un tsunami, y cuentan que Cristina Kirchner sufrió un síncope cuando conoció la noticia del triunfo de Milei. Sin embargo, en el exterior, tras semanas de declaraciones de diferentes gobernantes demoledoras contra Milei, ahora se opta por la prudencia. 

Es significativa la reacción de Lula, presidente del país que mantiene unas relaciones más intensas con Argentina. El brasileño, hombre convencido de izquierdas, ha ofrecido su colaboración a Javier Milei por el bien de los dos países.

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