AMLO, un acrónimo bajo el que se oculta un señor que se llama Andrés Manuel López Obrador, vuelve por sus fueros exigiendo otra vez a España que se disculpe por la Conquista. ¡Qué pesadez!
Digo que se oculta bajo ese acrónimo porque se oculta, así, como suena. Como se ocultaba otro mexicano, don César de Echagüe y Acevedo, bajo la máscara de El Coyote, aquel fabuloso personaje novelesco creado por el genial escritor español José Mallorquí y que tantas horas de lecturas, sueños y maravillas nos dio a los chavales de mi generación.
La diferencia entre la ocultación de uno y la del otro es que El Coyote se ocultaba tras aquella máscara para hacer el bien e impartir justicia, y AMLO se oculta tras esas cuatro letras para decir chorradas.
A mí lo de exigir disculpas por la Conquista me parece una broma y no lo entiendo muy bien. ¿Qué hubiera querido AMLO entonces? ¿Que hubiéramos pasado de largo? ¿Eso le hubiera gustado más? Pensándolo un poco en serio quizá hubiera estado bien la verdad, porque de haber sido así él no existiría. Pero en fin, hoy en día las cosas son como son, le das una patada a una piedra y de debajo salen cien historiadores.
Cambiemos de tema o no. Mel Gibson es una persona que me resulta aborrecible por muchas razones que no toca explicar aquí y sin embargo fue un magnífico actor en un par de películas, “Gallipoli” y “El año que vivimos peligrosamente”; y un magnífico director en otro par, “Apocalypto” y “Hasta el último hombre”.
Como sabrán muchos que la habrán visto, “Apocalypto” cuenta la historia de un joven indígena del Yucatán que es capturado por los mayas para ser sacrificado. Estamos en la Mesoamérica del siglo XV. Dejando aparte la tan a menudo locura sangrienta y casi “gore” de muchas de sus imágenes (a Mel Gibson le encanta eso y a veces hay que tragar saliva) yo creo que es una película de acción fabulosa. El joven, que se llama Garra de Jaguar, huye de la prisión maya perseguido por soldados armados e intenta librarse de ellos, y al mismo tiempo rescatar a su hijo y a su esposa embarazada de un segundo niño, que se han quedado atrapados en una situación crítica en su aldea tras la razzia maya. El final, maravilloso y no voy a hacer un “spoiler”, tiene mucho que ver con el tema inicial de este artículo. Vean la peli.
AMLO también ha dicho en esta nueva intervención suya que “los españoles deben dejar de tratarnos como una colonia”. Sinceramente creo que dejamos de tratarlos como una colonia desde la independencia de México en 1800, cien años antes de que naciera Emiliano Zapata. Eso por no decir, sería más exacto, que nunca los tratamos como una colonia. Nunca.
El Gobierno de España y la Corona deberían contestar creo yo, a esas cartas de AMLO, tal vez con un sucinto SMS de “mensaje recibido”.
