Opinión

El cerdo de Foz

Un colegio de Foz, Lugo, ha decidido seguir aplicando la normativa oficial de la Consellería de Educación (decreto 132/2013) en el comedor escolar, según la cual el servirá un menú único para todos los estudiantes excepto en aquellos casos de alumnos "que padezcan alguna intolerancia alimentaria y lo justifiquen con un certificado médico". Algo que el centro ya venía haciendo desde siempre. O sea, lo normal. 
La medida no ha gustado nada a la comunidad musulmana de Foz que no sé si es muy numerosa o influyente pero había protestado al respecto a causa de la carne de cerdo que tan a menudo, estamos en Galicia, está incluida en el menú. Ellos querían que a sus niños (y a los niños de los otros) les pusieran solo comida halal y nada de cerdo. Claro, es lógico, yo lo entiendo, si yo tuviera un niño en el cole que no es el caso también querría que le pusieran solo langosta, solomillo y caviar que pa eso mi niño es muy fino, ¡qué demonios! Pero como decía un amigo de mi padre: "lo que no puede ser no puede ser y además es imposible."

El primer problema musulmán en nuestra civilizada Europa, y es un problema enorme aunque muchos quieran negarlo u ocultarlo por diversas razones, casi siempre políticas o de "buenismo" ideológico, es que ni siquiera los musulmanes, llamémoslos moderados por llamarlos algo, encajan aquí salvo que cambien de religión o se hagan ateos. El segundo problema musulmán no es musulmán, el segundo problema somos nosotros que nos hemos vuelto incapaces de pararle los pies a unos tipos que entran en casa y nos cambian los muebles de sitio. Pero ¿no eran invitados?, esta es mi casa ¿no? Acomodaros a vuestro aire, chicos. ¿Queréis tomar algo? ¡Ay! Ya sé que alcohol no, perdón. ¿Zarzaparrilla? ¿Un té de menta? La verdad es que parece un chiste malo de una película de Woody Allen:
– Cariño, la asistenta nos roba.
– Déjala, es negra.

Me quito el sombrero ante la decisión del consejo directivo o como se llame eso, del colegio de Foz. Bien hecho. Aplausos. Si los musulmanes de turno quieren comida halal para sus niños que se la traigan de casa en un tupper, que para eso existen los tuppers y total, teniendo en cuenta el peso que tienen que transportar esos críos en la maldita mochila, por doscientos cincuenta gramos más tampoco les va a pasar nada. No creo que les vaya a provocar una hernia discal, y si es así que se pongan a recitar suras del Corán y a hacer flexiones que seguro que eso los alivia.
A mi me caen mal las religiones en general, pero especialmente la judía y la musulmana. Quizá por mi alma gallega que me hace adorar el cerdo como si fuera el verdadero becerro de oro. Orella, cachucha, manitas, lacón... ¡Uuuh! eso sí que es el cielo y no esa bobada de las huríes.
 

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