Opinión

Franquismo antiartista

El tema del franquismo podrá parecerle a muchos y gracias a Dios es así, ya liquidado y viejuno del todo. A los jóvenes les importa un rábano y Franco les queda tan lejos como Felipe II, cosa que me parece bien. Mejor. Más sano. 

El problema es que seguimos teniendo en la calle, en el parlamento, en la tele, e incluso en muchas instituciones a nostálgicos empeñados en resucitar si no al dictador, cosa bastante difícil, sí sus ideas y su forma de entender un país, España, que hace tiempo no tiene nada que ver con aquel mundo.

Algo que me llama la atención de esto y supongo que se habrá tratado abundantemente en libros, ensayos, artículos, etc., pero no conozco muchos, es la absoluta inoperancia que tuvo el franquismo para conectar ni siquiera un poquito con ningún movimiento artístico, poético, literario, musical, creativo. Y eso que tuvo cuarenta años para hacerlo. ¿Por qué fue así?

Vamos a ver. Incluso Hitler a pesar de su irracional odio hacia lo que él llamaba “arte degenerado” se dedicó a coleccionar obras de arte de todo tipo y a desarrollar grandiosos proyectos arquitectónicos, escultóricos y artísticos que nos podrán gustar o no ya que eran a mayor gloria del régimen y sus sueños asesinos de grandeza imperial, pero eran proyectos artísticos de categoría. Lo eran.

Otro tanto pasó con Mussolini. No hay más que ir a ver los restos del Estadio Olímpico de Roma (Estadio dei Marmi) construido por el Duce en los años veinte y treinta, y que es una locura visual de una belleza extraordinaria.

Hasta a Stalin pareció interesarle el arte y la cultura, tal vez porque le convenía para someter al pueblo y a costa de liquidar a artistas y escritores que no le gustaban, protegió y fomentó a los que sí le gustaban. Pero lo hizo. Tenía una idea.

Franco no. Nunca hizo nada de eso. Nunca tuvo ni el mínimo interés por la cultura o los artistas. Probablemente porque a pesar de su reconocido gusto íntimo por el cine, algo que yo sospecho era bastante morboso, Franco era un ignorante incapaz de entender nada, incapaz de sentir y apreciar la belleza artística en ninguna de sus formas. Ni un verso, ni un trazo de pincel. Y su régimen fue lógicamente como él. O como el de nuestro vecino portugués Salazar que era de la misma cuerda, creo.

La derecha política española ha vivido desde siempre un histórico enfrentamiento y/o animadversión con o hacia los artistas, cómicos, actores, pintores, escultores, directores de cine, guionistas, poetas, escritores, etc. Todos se le exiliaban. Todos se le iban. Todos se apartaban.

¿No les dice nada eso a nuestros políticos de derechas de hoy? La movilización de artistas e intelectuales en las pasadas elecciones debería. Porque no es en la Gala de los Goya que no los entiendan y por eso se enfaden. Es que no los entienden desde el treinta y nueve. 

Pero... así siguen.

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