Opinión

Más claro, agua

A ver si lo he entendido bien. El gobierno de Moreno Bonilla quiere legalizar los pozos ilegales de Doñana básicamente porque suponen la vida y supervivencia económica de numerosas familias de agricultores que sin esa agua se irían al tacho. ¿Es así? Ese parece ser su argumento principal.

La verdad es que no parece razonable. Doy por hecho que efectivamente esas familias, seguro que muchas con hijos y nietos que van al cole, llevan muchos años con eso y es su modo de vida, el que les sirve como apunté antes para pagar el cole de los niños. Esto incluye tanto a familias enteras como a agricultores sin familias. Pero eso da igual. Por muy agricultores que sean, esos señores llevan viviendo toda la vida del robo y del expolio. Esa es la realidad.

Si un vecino mío lleva cuarenta años sin hacer la declaración de la renta es que es un ladrón que me está robando a mí. No me vale que tenga familia y que si no puede seguir robando agua sus churumbeles lo vayan a pasar mal. Tampoco me vale que sea muy buena persona en el ascensor. Los ciudadanos que religiosamente hacemos la declaración también tenemos o no familia. Si un vecino suyo o mío lleva toda la vida enganchado a la red eléctrica ilegalmente y sin pagar los recibos de la luz por el morro, es que es un ladrón y un caradura. Legalizar su situación gratuitamente como en una amnistía general, es un insulto y una bofetada a los ciudadanos honrados que han pagado siempre lo que tenían que pagar y han cumplido con el respeto a la ley y sus obligaciones. 

Eso por no hablar de Doñana en serio. Pero bueno, ya puestos vamos a hablar de Doñana y no precisamente de los flamencos.

En los noventa durante un tiempo en Madrid me aficioné a los preciosos libros, diarios o guías de campo de José Antonio Valverde, biólogo y ornitólogo, aquel tipo que convenció a Franco de convertir Doñana en un parque nacional y que además, entre otras cosas, enseñó cetrería al entonces jovencito alumno suyo Félix Rodríguez de la Fuente. Yo curioseaba y compraba esos libros en una librería del CSIC en la que me pasaba horas; estaba en la calle Duque de Medinaceli al lado de la Plaza de Jesús. Unos libros deliciosos escritos con la lucidez de un hombre sencillo, sabio y amante de la naturaleza.

Moreno Bonilla, nada que ver con don Antonio Valverde, actualmente es presidente de los andaluces con mayoría absoluta y debería pensar más en Andalucía y menos en unos cuantos andaluces, sean muchos o pocos, que seguramente le reportarán votos pero a cambio de seguir robándonos a los demás.

Eloy Revilla, director de la estación biológica de Doñana, lo ha explicado con contundencia en una entrevista: Doñana se muere. Hay que proteger el acuífero subterráneo. Hay cerrar todos los pozos, los ilegales y también los legales.

Más claro, agua.

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