Opinión

Soldaditos de Pavía

Un tipo que se llama Jorge Buxadé, erurodiputado de Vox y al que no conozco de nada, tras la derrota de España contra Marruecos en el Mundial de la FIFA escribió un tuit que decía: “En todo caso ¡viva España y su unidad!”

Sinceramente, no entiendo lo que quiso decir este hombre. ¿Acaso cree que un mundial de fútbol supone algún enfrentamiento entre países o entre regímenes políticos, o entre razas, o algo parecido? ¿Es que no ve que gran parte de los jugadores han nacido en un país distinto al que llevan por bandera y por el que juegan en el Mundial? No tiene más que echarle un vistazo a las alineaciones de los equipos.

Que conste que me había prometido a mí mismo no comentar nada más del mundial de Catar, dado que como he dicho muchas veces soy un perfecto ignorante sobre fútbol. Pero como a alguno que sabe aun menos que yo por mucho que lea el Marca todos los días, como ese señor que firma don Eme Punto Rajoy (creo que el Marca es lo único que lee) le ha dado por escribir sobre el tema y además le pagan, entonces ¿por qué no yo? A lo mejor me pagan también. No lo creo.

Don Jorge Buxadé pareció entender el partido como un enfrentamiento entre dos países, España y Marruecos, y que perdiéramos los españoles le fastidió. Fabuloso. Se ve que no entiende que esos chavales, los futbolistas, simplemente juegan por pasta y no son abanderados de los Tercios de Flandes. De hecho, si hubieran sido alguna vez abanderados de algo decente se hubieran negado a jugar allí.

Es más, los equipos no son nacionales en ningún sentido. En nuestra selección hay jugadores negros, subsaharianos y sudamericanos. Y en la de Marruecos los hay franceses, españoles e italianos. ¿Qué más da? No tiene nada que ver con nada nacional. No existe lo nacional ya en esos contextos. ¿O es que el mundial de Catar es un Festival de Eurovisión de los años sesenta como nos lo quería vender el régimen franquista entonces? No. Hace mucho que no. Y tanto Abba como Massiel desaparecieron del mapa hace tiempo.

A mí que viví en Madrid años durante varias épocas distintas de mi existencia, siempre me encantó un típico pincho madrileño: los “Soldaditos de Pavía”. 

No sé si saben cómo son. Consisten en un pequeño bocado de bacalao rebozado, y cubierto con un pimiento rojo. Una delicia. Los llaman así “Soldaditos de Pavía” porque supuestamente los tres colores, blanco el bacalao, amarillo el rebozado, y rojo intenso el pimiento son como los uniformes de los húsares de Carlos I que derrotaron a los ejércitos franceses en la batalla de Pavía en 1525. Una bobada.

Yo creo que don Jorge Buxadé no entiende que una cosa es el pincho, otra la leyenda, y otra la realidad.

El pincho está riquísimo eso sí, pruébenlo: Soldaditos de Pavía.

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