En Alemania, una importante editorial acaba de retirar de su catálogo varias novelas de Karl May sobre el famoso niño apache y después jefe indio Winnetou, inventado por el escritor germano en el siglo pasado.
La razón aducida para eso es que Karl May, que no tenía ni idea de los Estados Unidos, de los indios, ni del Oeste y se lo inventó todo, construye ese personaje de ficción (Winnetou) con estereotipos racistas, antiindigenistas y otras cosas así tan criticables hoy.
Que yo recuerde, no conozco mucho a Winnetou el personaje. Winnetou es un chaval indio que se hace hermano de sangre de un blanco y ambos luchan por la liberación del pueblo apache. Me parece todo lo contrario de un estereotipo, la verdad. Pero no sé.
Siendo yo crío, mi hermano tenía unas cuantas novelas de Karl May en la biblioteca de casa, creo que le gustaba mucho. Novelas que yo leí con fruición entonces aunque ahora ya no recuerde el título de ninguna. Pero me fascinaron en su momento.
Lo peor es que Karl May es uno de los grandes autores alemanes de todos los tiempos, sobre todo de literatura infantil y juvenil. Así que si creíamos que estas cosas solo pasaban en Estados Unidos con Tom Sawyer, Huckleberry Finn, “La Cabaña del Tío Tom”, “El último mohicano”, etc., resulta que no. También están pasando aquí ya, en la vieja Europa. Y es que como somos viejos... llegamos tarde a todo.
Pero hablemos claro. Hay que ponerse al día. Ya es hora de eliminar de los colegios, librerías, y bibliotecas de nuestro país los repugnantes “El Lazarillo de Tormes” (es obvio que el ciego era un pederasta), “Alfanhui”, “El bandido adolescente”, “Memorias de un neno labrego”, o “Caperucita en Manhattan” entre otros perniciosos libros que solo hacen daño a nuestros influenciables jóvenes.
Vale, lo confieso, mea culpa, yo siempre quise ser censor. Y sinceramente creo que hubiera dado un censor muy bueno, un censor Clase A.
Para colmo según he leído por ahí hay también una película reciente sobre Winnetou rodada en España, en Almería como si fuera “El Cid”, “Cleopatra”, “Lawrence de Arabia”, “Rey de reyes”, “La muerte tenía un precio” o ¿qué sé yo?, “Por un puñado de dólares”.
Una película que ignoro como se titula, pero que algunos también quieren prohibir incluso antes de su estreno, lo que ya es la bomba. Pobre Winnetou, siempre luchando contra gigantes toda la vida, vaya pesadilla. ¡Que no son gigantes, señor, que son molinos!
A esos engreídos moralistas que deciden qué pueden ver o leer los demás y qué no (ignoro si ellos leen los libros en cuestión antes y sospecho que no lo hacen), yo les regalaría una película también rodada en Almería para que la vean reposadamente. Con todo cariño se la dedico. Una película malísima de 1967 de aquellos entrañables spaguetti-western de la época, dirigida por Enzo Castellari y que se titulaba “Voy, los mato y vuelvo”.
Pues eso.
