Opinión

Que se besen

O es el presidente Feijóo un verso de rima libre en la dura estrofa del PP y quiere un protagonismo que no le corresponde o el partido de Mariano Rajoy intenta despistar más a los desnortados votantes socialistas y camuflar la verborrea de su candidato Arias Cañete. Si Felipe González resbaló hace un par de semanas en un programa de televisión de La Sexta proponiendo un pacto de Estado entre las principales fuerzas políticas, "en caso de que sea necesario", sin que su partido se lo pidiese y con arrepentimiento posterior, ayer fue Feijóo el que intentó buscarle una ocupación política al ex presidente socialista.

Todos sabemos que el líder de los populares gallegos votó a 'Morritos' González en las elecciones del 82, pero pocos se esperaban su entrega incondicional en un acto celebrado ayer en Madrid. Propuso que coordine un comité de sabios-expertos-jetas que indiquen por dónde tiene que ir la financiación de la sanidad autonómica. De las tres cosas, sobran por estos pagos. Tenemos sabios, expertos y jetas a esgalla que cobran por cada palabra que pronuncian y también por las que se callan. Mientras, a los sanitarios no se les da bola a no ser que sean parentela de un responsable político.

Un ex presidente lo mismo vale para opinar de energía que para pontificar sobre el espinoso asunto de la salud, como bien sabe el abogado y funcionario Feijóo. De la misma manera que se maneja Correos también se puede dirigir la salud nacional, que aquí de lo que se trata es de ganar elecciones, de que el personal esté callado y si hace falta oficiar una misa, pues también se enfunda la casulla, que los políticos valen para todo. Paz y gloria para las personas de buena voluntad que siempre votan a los mismos para mantener un sistema que atufa a corrupción. La sanidad es el próximo negocio y es bueno que esté en manos amigas o por lo menos conocidas, como sucede con la energía.

Galicia le queda canija al estadista Feijóo. Inmerso en la campaña europea, los siete concejales de Santiago que ayer se sentaron en el banquillo de los acusados no merecen ni estar al pie del cañón. "¿Ha dimitido alguno?", preguntó un tipo que pasa de política. "No, aquí si no la cagas en una red social te lo puedes llevar en crudo que no pasa nada", respondió el colega que caminaba a su lado.

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