Opinión

Los diez atributos de Abanca

Hay voces que cuestionan la fortaleza del nuevo proyecto del venezolano Juan Carlos Escotet para lo que fueron las caixas gallegas y NovaGalicia Banco. Los que perdieron la partida para quedarse con el botín de una clientela fiel como pocas intentan descalificar al nuevo gestor por sus orígenes, afirmando que es miembro de la 'boliburguesía', la burguesía bolivariana. Pero el plan parece tener buenos cimientos, según opina el catedrático Antonio Grandío Dopico. Fue de los primeros expertos que airearon los sospechosos manejos de la anterior cúpula directiva de las caixas antes de la desesperada y quebrada fusión y es una excelente tribuna para explicar lo que denomina los diez atributos de Abanca.

Escotet ha conseguido mantener el talento de profesionales gallegos que pertenecen a la hornada de los 70 y que de otra manera hubiesen emigrado. Fundamental es también para esta tierra avejentada que se haya dado solidez a la fundación y fondos para garantizar la supervivencia de centros sociales y culturales. Escotet llegó para dar continuidad al Etcheverría, el banco más antiguo de España, y después apostó estratégicamente por la continuidad de Novagalicia Banco tras la pelea de José María Castellano contra el FROB y Europa. Contrariamente a lo que se pensaba, no parece que Abanca vaya a salir de sus participadas, con lo que se diluye una necesidad perentoria de malbaratar las empresas. El compromiso financiero de inyectar crédito en la economía, además de su importancia, obligará a que otras entidades financieras tengan que competir. La consideración del capital humano y la política de incentivos también pueden sacudir el hastío a una plantilla desmotivada porque antes no se tenían en cuenta sus opiniones.

El vigués Raúl Baltar es avezado conocedor de lo que sucede en la banca internacional y la implantación de Banesco en mercados emergentes puede ayudar a la internacionalización de las empresas gallegas que crecen gracias a las exportaciones.

El camino es terminar con la entidad cotizando en Bolsa en un breve espacio de tiempo, la fidelidad de los gallegos es incuestionable y con una buena gestión el éxito parece asegurado. Ganaríamos todos.

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