Opinión

El brillo de la humildad

Hay personas que malbaratan los elogios con la misma facilidad que los fabrican con su talento innato. Y hay tipos que permanecen en el recuerdo para siempre a pesar de creer sin imposturas que no merecen tanto reconocimiento. “Lo que incomoda a las personas es mi brillo, los insectos sólo atacan a las lámparas que brillan”, escribió Cristiano Ronaldo en su cuenta de la red social Instagram, acompañando la reflexión con una fotografía en la que parece salir de otra dimensión. Lo hizo después de declarar en el Juzgado de Instrucción número uno de Pozuelo de Alarcón como acusado por haber regateado el pago de 14,7 millones de euros a Hacienda, presuntamente. El ego supera a su imponente palmarés deportivo, pero se muestra incapaz de ganar el cariño del aficionado. 

Un colega más madridista que Santiago Bernabéu descolgó hace tiempo el cuadro con la camiseta firmada por el delantero portugués porque no lo soporta cuando sale del campo. Si él presidiese el Real Madrid en vez de Florentino Pérez, hoy Cristiano Ronaldo estaría en venta, como piensan muchos aficionados merengues cansados de su arrogancia. 

El Súper Dépor que entrenaba Arsenio Iglesias perdió la Liga en el último minuto desde los once metros; al año siguiente se vengó del Valencia, que aquella fatídica tarde en Riazor corrió lo imposible para que el Barcelona se llevase el torneo de la regularidad, ganándole la Copa pero, sobre todo, conquistó la simpatía de todo el fútbol español. Su secreto fue la humildad, incluso cuando Augusto César Lendoiro cantaba "Barça, Madrid, ya estamos aquí". 

Bebeto, un delantero escurridizo que pedía perdón al defensa por haberlo trizado con un gesto, siempre recurría a las palabras "humildad y trabajo" en cada rueda de prensa o declaración a los medios al terminar el partido. Mauro Silva, un caudillo en el centro del campo, demostraba su superioridad sin levantar la voz ni reclamar protagonismo. A Fran incluso le faltó mala leche para exigir más presencia en la selección porque fue durante toda su carrera el mejor centrocampista zurdo del fútbol español. Ninguno ha ganado tanto dinero como Cristiano Ronaldo ni tantos títulos, pero siempre serán recordados por el brillo de la humildad. 

Te puede interesar