Opinión

El pellejo delicado

Cualquier alcalde de una población pequeña puede pensar que el personal ahora se escandaliza más de lo necesario por las contrataciones a dedo de trabajadores temporales que realizan los concellos. Los numerosos escándalos de corrupción a manos llenas han hecho que el pellejo de los que nunca han llorado el voto por las puertas se vuelva repentinamente delicado y se juzguen como corrupción unas maneras de actuar que antes se contemplaban con normalidad.

Mientras unos 300 vecinos se concentraban el viernes en Camariñas para respaldar a su alcalde, el socialista Manuel Valeriano Alonso 'Pichurri', inhabilitado a cuatro años por el Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña  por contratar de manera ilegal a un compañero de partido, en las redes sociales se filtraba una conversación de la teniente de alcalde, Sandra Insua, y un aspirante a un puesto de trabajo que deja al aire el discutible proceso de selección de candidatos. Un concejal quiere dos puestos para contentar a los de su parroquia, otro edil reserva tres para sus dominios, el alcalde también tiene sus compromisos y así es imposible que salgan las cuentas. A pesar de que el hombre parece contentarse con la promesa de que lo suyo se resolverá pronto y podrá currar uno o dos meses en el Concello, avisa de que la demora puede costarle muchos votos al alcalde o al que lo sustituya en caso de que no prospere el recurso anunciado. 

Un letrado envió a este chófer de anécdotas la grabación colgada en las redes sociales como si se tratase de la investigación a la familia Pujol por presunto saqueo, pero convendremos que se trata de un comportamiento habitual en la arena municipal, donde cada voto se disputa con bayoneta. Humanamente es comprensible. Entre dos fulanos con los mismos méritos y capacidades para levantar el sacho, ¿quién contraría al que no le vota en detrimento del que sí lo hace? A los chavales tendrían que enseñarles que hay que estudiar para que el jornal no dependa después del político-conseguidor de turno. En la concentración, que reunió tanto a alumnos de primaria como a jubilados, también participaron  los alcaldes de Muxía, Dumbría y Corcubión. Pichurri está más cerca de volver a arrasar si la Justicia no lo impide, aunque cueste creerlo.  

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