Opinión

Mientras arde, bla, bla, bla...

Hablemos. Si en el establo pacen dos terneros y sabes que por la zona rondan un par de lobos... Problema resuelto. Y tiene coña que los de la ciudad levanten la voz. El mundo patas arriba como lo vio Eduardo Galeano. El tipo que aguanta del campo le prende fuego al monte. Arde otra vez en Cualedro. Una vez más el mayor incendio de la temporada veraniega en esa perversa clasificación de vida quemada. Hubo una campaña de publicidad en la que se señaló a los urbanitas por los descuidos con la barbacoa y los cristales rotos, pero acostumbran a ser tipos curtidos a golpe de documental y cuidadosos con lo que hacen durante una jornada dominguera.

Sucedió un despiste como aquel que costó la vida a once brigadistas en el año 2005 en Guadalajara pero este accidente no hace regla.  
Arde el Parlamento de Galicia. El PP dice sorprenderse por la petición de la oposición para que el presidente gallego comparezca en la Cámara. Denuncian que se quiere hacer un uso partidista de un problema de país. Y se quedan sin razón en el momento que se recuerda que Alberto Núñez Feijóo consintió que en una manifestación de 'SOS contra o lume' tomasen la palabra familiares de la madre y la hija fallecidas en Cerdedo en la plaga de incendios de 2006. Madereros sin escrúpulos, ganaderos sin conciencia, cazadores desaprensivos, desequilibrados, agricultores descuidados... Sobra a quién echarle la culpa. En 2006 la ministra Narbona habló de brigadistas resentidos en paro, Rubalcaba de "terrorismo incendiario". Pues como el terrorismo en su día, el monte necesita un acuerdo de país.

Te puede interesar