Nunca sabe cómo va a reaccionar. En ocasiones desearía escapar a la carrera y no volver a visitarla porque no reconoce a su madre en esa mujer que le llama "puta" a gritos y tampoco reconoce a su hija. "Es muy duro", comentó Conchi el otro día entre lágrimas mientras contaba lo sucedido. Pero la tarde que le regala una sonrisa de otro tiempo, aunque no sea para ella, le compensa el sufrimiento que provoca el Alzheimer por la espalda y sin avisar.
Al menos es un caso detectado. Juan Carlos Rodríguez, presidente de la Federación de Alzheimer de Galicia (Fagal), avisó ayer durante la presentación de una campaña de sensibilización que la "dispersión" y la "vejez" son una "bomba" para la propagación de la enfermedad en esta tierra. Hay más de 120.000 personas mayores de 65 años viviendo solas y en el rural se incrementan las posibilidades de que un anciano se desoriente y sufra un grave accidente al caer la noche porque en muchas ocasiones el Alzheimer no está diagnosticado.
Aunque no hay datos precisos sobre el número de afectados, se calcula que en Galicia podría rondar entre las 60.000 y las 70.000 personas. El presidente de Fagal señaló que el Parlamento de Galicia votó a favor de realizar un estudio sobre el impacto de esta enfermedad, pero todavía no hay datos de una situación "que conlleva un drama humano para algunas familias". Sus señorías se habrán olvidado de cumplir con el compromiso adquirido en la Cámara.
La campaña "Recorda quen son" anima a "evitar el estigma" sobre una enfermedad silenciosa que puede tardar años en manifestarse, por lo que es urgente un diagnóstico precoz para retrasar los estragos de la demencia. No conviene olvidarse o pensar que no va contigo.
