Opinión

Rueda, pase de pernocta por cuatro años

A mitad  de la campaña gallega Alfonso Rueda dio la impresión de que sufría sobre la bicicleta electoral y la ventaja que le concedían las encuestas podría no ser suficiente para cruzar las meta de las urnas con mayoría absoluta. Hoy es el cargo electo que tiene garantizado el asiento por más tiempo en España e incluso podría ver caer a todos los demás por el calendario electoral y las revoluciones a las que gira la política estatal.

Las urnas han sido nítidas al conceder a Rueda pase de pernocta por cuatro años

La oposición en el Parlamento de Galicia le reprocha que haya retrasado el debate de investidura para que el acto de toma de posesión no coincidiese este sábado con el bodorrio de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, al que también asistirá Rueda. Crítica menor. Semana arriba o abajo, en funciones o investido, las urnas han sido nítidas al conceder a Rueda pase de pernocta por cuatro años. Tomará posesión el sábado de la próxima semana acompañado de los representantes de su partido en las primeras elecciones a las que se presentó.

No quiere decir que PSOE y BNG vayan a estar cuatro años de mecedora y abanico. La oposición tiene la obligación de intentar torcer las decisiones del Gobierno cuando se incline, aunque sea con la mejor de las intenciones, hacia posturas absolutas sin contar con el respaldo real de la población. Y Galicia está en un momento crucial para decidir entre paraíso natural o menú artificial.

Sufrirá desgaste, pero faltan cuatro años para volver a examinarse 

Ana Pontón, portavoz nacional del BNG y líder de la oposición, tiene cuatro años para seguir creciendo desde el municipalismo. A Goretti Sanmartín le toca en Santiago cumplir con la costumbre del nacionalismo de no soltar una alcaldía una vez que levanta el bastón. El socialista José Ramón Gómez Besteiro dispone de cuatro años para que su partido tire de las siglas como sucede en las locales, además de decidir si arma proyecto propio o se mantiene como sucursal de la Moncloa y Ferraz. Su talante y las formas son envidiables. Y Alfonso Rueda, si la economía continúa marchando y no hay sobresaltos en el Gobierno central, puede participar en un montón de carreras populares, critériums ciclistas benéficos y concentraciones moteras, donde el esfuerzo compartido llega hasta las urnas. También sufrirá desgaste, pero faltan cuatro años para volver a examinarse en las elecciones..

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