Opinión

La tierra sin políticas del chichinabo

Resulta increíble que en la tierra del mar haya niños malnutridos, por mucho que el presidente Feijóo y el ministro Montoro se empeñen en desdecir los datos de Cáritas. Y resulta creíble que hay verdades más allá de la política de chichinabo a la que nos tienen sometidos, aunque, esperemos, todavía no domesticados.

Estrella Galicia, Gadis y R organizaron sus segundos "Parladoiros Mercados de la Cosecha" en el teatro Rosalía de A Coruña y ocho tipos contaron a unas 300 personas sus experiencias en el rural. Un piloto que decide dejarlo todo para recuperar especies autóctonas y producir el guisante lágrima que rifan los mejores restauradores, el caviar vegetal; una rapaza que entiende que en el asfalto no hay vida y regresa al pazo familiar para cuidar gallinas en vez de fabricar huevos; un gabacho que ve en la Ribeira Sacara el mejor sitio para producir un vino que despeina... Hay más. Una cesteira que desde el concello lucense de Cela propicia que una firma como Loewe quiera incluir su trabajo en el catálogo; la castaña, las manzanas y la sidra; el queso y las galletas mariñeiras.

Son sólo unos cuantos ejemplos que invitan a pensar que en esta tierra de aristas y de artistas hay futuro más allá de lo que digan las estadísticas y los argumentarios de los partidos políticos.

Sorprende que en las ocho intervenciones de gente que ha estado allá y triunfa aquí sólo una vez se haya mencionado a la Xunta. Y fue el hombre que recupera especies autóctonas porque el archivo está en manos de la Administración gallega.

Esta tierra es tan fértil como los arrestos de su gente para encarar el futuro. Es mejor que la empecemos a trabajar nosotros sin esperar el consejo del político de turno. Galicia es un vergel que pierde población al ritmo de un manantial. Mientras brotan las malas hierbas nos tienen entretenidos en los problemas que no nos preocupan ni nadie entiende porque, como decía Suárez Canal, "con las cosas del comer no se juega".

No se trata de "vivir como galegos", como rezaba el anuncio de Gadis, ni emborracharnos de 'estrellas' o andar erre que erre con lo nuestro. El negocio consiste en explotar la tierra sin políticas de chichinabo.

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