Bad Gyal “prendió” Castrelos

Bad Gyal ofreció en el escenario de Castrelos todo un espectáculo visual y coreográfico que conectó con sus incondicionales.
photo_camera Bad Gyal ofreció en el escenario de Castrelos todo un espectáculo visual y coreográfico que conectó con sus incondicionales.
La Joia revolucionó el parque con una propuesta que engachó a los asistentes, la mayoría, adolescentes y millenials

Mucho perreo, también una buena dosis de autotune, pero sobre todo, ayer por la noche en el escenario de Castrelos se vio a una artista segura de sí misma y con una propuesta muy personal. “Blin blin”, “Slim thick” o “Pussy” fueron los primeros temas en sonar, pero también “Chulo”, uno de los últimos en ser incorporados a su repertorio de directos.

 

 

Con una puesta en escena muy visual, Bad Gyal (Alba Farelo) reinó sobre el escenario con pocas muestras de mortalidad, glamourosa y divina. Rodeada por un cuerpo de bailarines con una coreografía muy estudiada, dirigió los pasos en actitud provocativa y retadora que conectó con el respetable. Más que el concierto brilló el espectáculo escénico que desplegó sobre el escenario ante sus incondicionales sin pudor y cien por cien sexualizado.

“Sé que llevais todo el día aquí, con la sombrilla, que os he visto. Muchas gracias. Lo que me queda a mí es haceros disfrutar, siempre digo que mis conciertos son como una fiesta”. Y así, confesando que con 26 años aún no tiene permiso de conducir, siguió con “Sin carnet”, dejando atrás a la artista y dando paso una vez más a la diva.

 

 

Con “Aprendiendo el sexo” escenificó una auténtica performance. “Zorra”, “¡Qué rico!” o “Real G” no faltaron en el setlist, que los más de 20.000 espectadores corearon entre los entusiastas “¡wooo!”. Había muchas ganas de disfrutar de La Joia, las 5.000 entradas se agotaron al poco de salir a la venta y ocho horas antes del inicio del concierto apenas quedaban sitios libres en las gradas, con capacidad para 20.000 espectadores. 

Demostró ser una auténtica diosa para sus fans, que tamiza la música urbana con un reggaetón con sonidos hawainos, interpretando los temas por series, sin apenas pausas.

Avanzado el concierto se escuchó “La prendo”, una canción que recibió la inmediata respuesta del público. Sus éxitos, “Sexy” y “Gloss”, caldearon el ambiente para una despedida ya esperada. “La que no se mueva” abrió la traca final, donde hizo un cover de Omar Montes con  “Alocao” para acabar con su gran hit, “Fiebre”. 

Fue una noche dancehall e incluso trap, aunque reniegue la protagonista. Este primer concierto de agosto en Castrelos, programado por el Concello, da la bienvenida a O Marisquiño, festival con el que comparte público potencial. El alcalde no faltó a la cita. Salió para presentar a Bad Gyal y fue recibido con una ovación: “Le acabo de decir que la queréis aquí más que en ningún otro sitio; ahora, decírselo vosotros”.

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