Autovía peligrosa

Calamitoso estado de la A-55 con múltiples reventones a diario por los baches

Una de la múltiples zonas con el firme en mal estado y uno de los carteles luminosos que ya avisa del peligro que suponen los baches.
photo_camera Una de la múltiples zonas con el firme en mal estado y uno de los carteles luminosos que ya avisa del peligro que suponen los baches.

Tráfico informa del peligro a los conductores ante la falta de mantenimiento en la autovía entre Vigo y Porriño

La autovía A-55 se encuentra en su peor momento, ya no solo como una carretera peligrosa y llena de radares -seis en doce kilómetros- sino también por su firme, que falto de mantenimiento se ha convertido en una auténtica trampa para los miles de vehículos que circulan a diario, hasta 60.000 en los días punta. Hasta tal punto ha llegado la situación que la propia DGT ha tenido que informar en sus paneles luminosos sobre la existencia de baches en la calzada para advertir del peligro a los conductores y que circulen con extrema precaución, más allá de las curvas y pendientes.

 

 

Según pudo conocer este diario, entre el Jueves y el Viernes Santo, el departamento de Tráfico certificó una treintena de reventones de ruedas en otros tantos atestados levantados en la A-55, y todo apunta a que el número continuará incrementándose al carecer de presupuesto para la conservación de la vía, pese a tratarse de una de las principales de Galicia y la comunicación más importante con Madrid y Portugal. Lo mismo pasa en la A-52.

El tramo de descenso desde Puxeiros hacia Porriño, pasando por Mos, se encuentra especialmente en mal estado, lo que hace más peligrosa la conducción por la autovía.
El tramo de descenso desde Puxeiros hacia Porriño, pasando por Mos, se encuentra especialmente en mal estado, lo que hace más peligrosa la conducción por la autovía.

Ya en el pasado hubo quejas que se extendieron incluso al Concello de Mos por la situación límite de la autovía, que al menos sirvieron para un mínimo renovado del piso con asfalto en las zonas más sensibles, pero ha servido para muy poco. De nuevo amplias zonas del trazado se encuentran con agujeros donde un coche se puede dejar las ruedas o provocar un grave accidente en una carretera que se encuentra entre las más peligrosas de toda España por su volumen de siniestralidad. 

 

 

Prueba de la pésima situación de la A-55 es que en 2023 se dieron algunas de las peores cifras de siniestralidad. En concreto, se registró casi un accidente al día, 298, marca solo superada por los 308 de 2018 en lo concerniente a los últimos ejercicios, ya que en el siglo XX las cifras eran todavía más negras.

El ascenso hacia Puxeiros desde Porriño también se encuentra en mals condiciones, con varios baches importantes en zonas muy transitadas que además agravan el peligro de la autovía.
El ascenso hacia Puxeiros desde Porriño también se encuentra en mals condiciones, con varios baches importantes en zonas muy transitadas que además agravan el peligro de la autovía.

El pasado año también se anotó el mayor número de siniestros solo con daños materiales, con 216 aunque bajaron los choques con víctimas, hasta 123 heridos de distinta consideración, además de tres muertos, el peor dato en años, todos ellos entre Porriño y Tui, el tramo más peligroso.

En solo los últimos seis años, la A-55 acumula casi 1.500 accidentes y un millar de heridos. Todo indica que la cuenta va a seguir creciendo, pese a que la instalación de radares y controles -de 60 a 80 por hora- ha reducido el número de fallecidos entre Vigo y Porriño. Dos se sitúan en los puestos ocho y 32 entre los más “multones” de España: en los kilómetros 9 (el portal de descenso desde Puxeiros) y 11 (ascenso hacia Vigo, en las curvas de Tameiga). Durante 2022, sancionaron a 60.117 vehículos en la suma de ambos, un 5 por ciento más.

La falta de Presupuesto alarga aún más la alternativa real

La alternativa a la A-55 no se espera ni ahora ni a largo plazo, nunca antes de diez años, y menos aún tras la decisión del Gobierno de no intentar aprobar los Presupuestos del Estado. En el caso de la nueva autovía, se trata de una actuación de unos 400 millones.

El año pasado había una consignación de tan solo 1,5 millones de euros para una obra nueva, desde la avenida de Madrid hasta Mos, en túnel, con un período de tres a cinco años para su diseño y ejecución a partir de que haya vía libre ambiental y política. La alternativa sería que el Ejecutivo acceda a la petición de la Xunta y los ayuntamientos de Mos y Vigo y retire el peaje entre Puxeiros y Porriño en la AP-9 al menos en tanto no se construye la A-52 en túnel. Mientras la A-55 alcanza una intensidad de hasta 60.000 vehículos al día, la AP-9 desde Puxeiros es el tramo menos utilizado de toda la autopista, con 6.000 coches diarios.

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