Sucesos en Ourense | El agresor de A Carballeira alega que se burlaban de él

El joven de 19 años asestó hasta cuatro puñaladas a la víctima, que ya están en casa convaleciente

Ni la investigación policial ni la judicial ha permitido saber con precisión el porqué Pedro Loureiro agredió a un compañero de clase del centro de Formación Profesional de A Carballeira cuando tomaba un café con otros alumnos a la salida de un examen. El agresor, que está a tratamiento por depresión, reconoce las cuatro puñaladas que le asestó, así lo hizo ante el juez de guardia que le tomó declaración este último sábado, pero ofreció explicaciones muy vagas, según precisaron fuentes cercanas al caso, sobre la motivación que le llevó a actuar así. Aseguró que en clase se burlaban y reían de él, pero no precisó más. 

 La víctima, que ayer a primera hora de la tarde recibió el alta hospitalaria, tampoco sabe qué pasó por la cabeza de un compañero de clase con el que apenas tenía relación. Ni buena ni mala. “Solo me preguntó por el examen que tuvimos y yo le contesté por educación, pero no era mi amigo ni nada”, asegura Jason, ya convaleciente en su casa. “La razón de por qué quiso mandarme para el otro lado solamente la sabe él”, asegura.

Tentativa de homicidio o lesiones

La fiscal que asistió a la toma de declaración también considera que  la intención del imputado era acabar con la vida del joven lesionado.  De hecho, reclamó prisión provisional por tentativa de homicidio (el delito de lesiones agravadas lo planteó como alternativa). Por el momento, el juez optó por las lesiones con instrumento peligroso, un delito que conlleva penas de prisión. De hecho, le envió a prisión provisional teniendo en cuenta las circunstancias que rodean el caso y las armas blancas (varios cuchillos de caza y tres navajas, incluida la utilizada en el apuñalamiento, de tipo mariposa) que entregó voluntariamente a la Policía Nacional. Pedro también tenía un arco con flechas que estaba siendo reparado. Según confesó al juez, llevaba las navajas en la mochila porque le gusta ir al monte y a veces lo hace después de clase.

Por su parte, el joven herido, de 20 años, no volverá al centro educativo hasta después de las vacaciones de Navidad porque precisa reposo, según aseguró él mismo en la tarde de ayer. Todavía tiene varias grapas de sutura en la espalda. 

 Según fuentes de la investigación, el resultado lesivo se vio amortiguado porque el perjudicado llevaba una cazadora acolchada puesta. “Tuve mucha suerte”, valoró ayer.

Un examen psiquiátrico para evaluar su estado

La agresión ocurrida en A Carballeira a primera hora de la mañana del viernes comienza ahora su  recorrido en el Juzgado de Instrucción 2. El joven, que está ahora en la prisión de Pereiro, podría abandonar el encierro a lo largo de la instrucción ya que está como preventivo. En la cárcel, debe pasar  una cuarentana por razones sanitarias derivadas de la pandemia antes de pasar a alguno de los módulos con otros compañeros reclusos.

Por el juzgado debe pasar también la víctima para dar su versión de lo sucedido, a la que tiene que examinar el forense para evaluar el alcance de las lesiones de cara a pedir la correspondiente responsabilidad civil. Pero también el agresor, reservado e introvertido, será evaluado por el equipo del Imelga de Ourense para determinar si padece alguna patología mental grave que pudiera influir en su imputabilidad. De ser así, se le atenuaría su responsabilidad penal. La Policía Nacional, tras su detención al personarse voluntariamente en la comisaría, lo condujo a un centro médico para un primer reconocimiento. 

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