El conocido puesto “Queixos Amalia” de la Plaza de Abastos de la ciudad fue víctima de un robo con violencia a plena luz del día. El pasado viernes, pasadas las tres de la tarde -cuando el personal cierra los negocios, limpia y ordena-, un hombre accedió al interior del recinto y se coló en la quesería. “Yo estaba tranquila, limpiando los trapos en el fregadero, de espaldas a la puerta. La tenía cerrada con el pasador, pero el chico lo abrió y entró”, explica Amalia Mosteiro, dueña del negocio. Escuchó el ruido de la caja, se giró y se encontró al ladrón: “No pensé que me estuviese robando. Le pregunté qué hacía ahí, me dijo algo y vi que el cajón donde guardo la cartera estaba abierto. Entonces sí me acerqué a él, me empujó -le causó un arañazo- y salió corriendo con el dinero”.
Aunque Mosteiro y el resto de placeros persiguieron al hombre, al salir a la calle ya no pudieron seguirle la pista. “La sensación que te queda es de total impotencia, me fastidió el mes. Las cosas van justas, y con esto… pues me quedo sin sueldo este mes”, asegura. El ladrón se llevó una importante suma de dinero, ya que incluía la recaudación del día anterior y del propio viernes, en el que las ventas se incrementaron debido a la cercanía del Día del Padre (hoy). “No es lo mismo que te roben un jamón, para comer, que el dinero que tú has ganado con tu trabajo”, añade.
Mosteiro volvió ayer a la Plaza para trabajar, aunque no sin cierta tensión: “Todavía tengo el susto en el cuerpo, tardará en irse unos días. Es verdad que podía haber sido peor, porque tenía todos los cuchillos cerca de la caja, pero… Es muy injusto”. La placera está segura de que pronto volverán, si no el mismo, otros ladrones: “Le salió tan bien que seguro que algunos más lo intentan”.
Los placeros, preocupados
Emilio González, presidente de la Plaza de Abastos, da cuenta de la preocupación del colectivo ante el atraco de este viernes, y asegura que se tomarán medidas para evitar que vuelva a suceder. “Nos plantearemos cerrar todas las puertas del recinto a las tres de la tarde, y quizás poner seguridad privada. No puede ser que una persona esté trabajando y le pase esto”, señala.
La Plaza cuenta ya con un sistema de videovigilancia, por lo que la directiva ha podido entregarle a la Policía Nacional las imágenes del ladrón de Queixos Amalia, junto con la denuncia de lo sucedido. “Tienen que encontrarlo ya, tienen su cara”, reclama González.
Es la primera vez que los placeros sufren un atraco de este calibre, aunque sí se han producido hurtos. “De un tiempo a esta parte hemos tenido pequeños hurtos, los ladrones entran, cogen algo en un puesto y cuando nos damos cuenta se van corriendo. Pero nunca había pasado algo así, con violencia, esto es muy grave y no puede volver a pasar”, resalta el presidente.
Un entorno peligroso
Tanto los placeros como las rianxeiras se muestran preocupados ante el aumento de la delincuencia en el entorno de la Alameda. “Las rianxeiras empiezan a trabajar cada día a las cinco de la mañana, y se han encontrado peleas, incluso con navajas y perros. Son incidentes gravísimos. El ambiente está así por una discoteca de la calle Doctor Fleming, en la que hay problemas noche sí y noche también”, asegura González. El colectivo ya se vio obligado a convivir, antes del inicio de la pandemia, con un grupo de okupas que provocó numerosos destrozos en distintos puestos de la zona del rianxo.
