Las obras en la A-52 hacia Ourense, ‘a ralentí’ con una sola máquina

La imagen muestra los escasos trabajos realizados en casi dos meses en el tramo que sigue cortado y en el que opera una excavadora.
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Los trabajos de macrodrenaje en casi 4 kilómetros de la A-52, entre Ponteareas y el túnel de A Cañiza, apenas avanzan 

Los conductores que viajan desde Vigo a Ourense por la A-52 siguen sufriendo las consecuencias de unas obras casi fantasmas. Tras casi un año sin un carril entero de más de tres kilómetros de longitud desde Ponteareas hasta el túnel de A Cañiza, el lento avance de los trabajos, iniciados en agosto, podría ampliar todavía más el plazo previsto para recuperar la normalidad y que se sitúa más allá de abril de 2024. 

 

 

Pese a la complejidad de la obra, un macrodrenaje cuyo presupuesto roza los cuatro millones de euros, solo una máquina  trabaja en el primer tramo afectado del total de 16, incluyendo el punto en el que un abogado vigués perdió la vida a principios de año, donde se detectaron graves deficiencias. Esa excavadora es la encargada de realizar la primera fase, la intervención en varias capas de asfalto, muy deteriorado por la acumulación de agua el pasado año y agravado por las fuertes trombas durante el paso de tormentas a mediados del mes de septiembre. 

Las dificultades se mantienen en los miles de desplazamientos diarios no solo a Ourense sino a municipios del área como Ponteareas, As Neves y A Cañiza y alargan un calvario que se prolonga en el tiempo en la única vía de comunicación por carretera de Galicia con la Meseta. 

Los conductores temen además que al ritmo en el que se encuentran los trabajos, tal y como se puede comprobar durante el trayecto, haya un nuevo parón en plenas navidades, temporada especialmente “alta” en el flujo de visitantes hacia Vigo, como ya pasó durante el verano y que podría incluso llegar hasta la temporada de Semana Santa. 

El riesgo se agrava con el temor a la llegada de nuevos frentes o danas entre el otoño e invierno que puedan complicar todavía más los pocos avances para restaurar un firme que ha convertido en “punto negro”  este tramo de la autovía. 

El Gobierno tardó meses en dar luz verde a esta reforma que los distintos concellos afectados habían solicitado de forma reiterada ante los problemas de circulación y la amenaza para los conductores, tras registrarse varios accidentes graves.

Obras de “emergencia” por la incapacidad de desagüe

Los tubos que tendrán que colocarse para el drenaje, a la vista.
Los tubos que tendrán que colocarse para el drenaje, a la vista.

Fue en junio de este año cuando el Consejo de Ministros aprobó obras de emergencias en 16 kilómetros de la A-52 tras reconocer graves deficiencias. Tras una inspección realizada por los servicios de conservación de la Unidad de Pontevedra y la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia se comprobaron problemas en el firme desde los puntos kilométricos 281,800 al 297,250. Dichas deficiencias estaban relacionados con el deficiente drenaje y la falta de capacidad de desagüe, reconociéndose que "el deterioro observado implica un grave riesgo para la viabilidad y la seguridad vial.  No obstante, los trabajos se iniciaron de momento entre los kilómetros 283 y 286 y de momento se circunscriben a la superficie a la espera de colocar unos grandes tubos en el subsuelo capaces de filtrar el agua y evitar los deterioros y las bolsas que se producen con la lluvia.  Esa operación subterránea todavía no ha comenzado.

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