Las reservas de la biosfera plantean su nueva estrategia de conservación

La declaración de una Reserva de la Biosfera es un galardón que concede y también puede revocar, el Comité Hombre y Biosfera (MaB) de la Unesco en aras a la conservación de la biodiversidad y el desarrollo de las poblaciones locales. Para revalidar la distinción es necesario un compromiso de todos los agentes del territorio y una hoja de ruta que se plasma a través de planes de gestión como el que esta semana se aprobaba en la Transfronteriza Gerês-Xurés o en el que ya están trabajando en el Área de Allariz, el primer espacio reconocido como tal en la provincia en el año 2005.

La Asociación para o Desenvolvemento do Medio Rural da Reserva da Biosfera Área de Allariz, que abarca los concellos de Allariz, A Bola, Rairiz de Veiga y Vilar de Santos, confirmaba la elaboración de un nuevo documento, que sustituirá al plan de acción desarrollado bajo la “Axenda 21” que diseñaron los cuatro concellos en el marco del proyecto de Núcleos de Sostenibilidad turística. “O documento, no que traballamos coa Universidade de Lugo, marcará as liñas estratéxicas de actuación en materia de conservación ambiental e sostenibilidade nos catro concellos e estará lista ao longo do 2023, tras un proceso de participación público previo”, trasladaba Eva González, gestora de la reserva alaricana.

Una de las novedades del plan será la nueva zonificación de la Reserva de la Biosfera, que tendrá en As Veigas de Ponteliñares su zona núcleo tras los últimos requisitos aprobados a nivel de Reservas de la Biosfera. El territorio, de 160 hectáreas que constituyen un reducto del paisaje anterior al desecamiento de la Laguna de Antela, está protegida como Zona Especial de Conservación (ZEC) y como Zonas de Especial Protección dos Valores Naturais (ZEPVN) “A Limia”. Con lo que no contará, a priori este documento, será con dotación presupuestaria asignada al no depender su gestión de una administración pública. “Nós non temos un orzamento, dependemos de si convocan liñas de axuda, das achegas dos concellos e tamén dos voluntarios”, trasladaba González, sobre una situación que también reclaman en otros territorios en su misma situación.

Una financiación con la que sí cuenta el plan de gestión de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés que el pasado jueves se publicó en el Diario Oficial de Galicia y que cuenta con un montante de 16,4 millones de euros para el desarrollo sostenible del territorio que comprende once municipios (y 330.874 hectáreas). El documento es la renovación de la primera versión que se elaboró, en el 2009 para la presentación de la candidatura, y contempla las líneas estratégicas a desarrollar en el periodo 2022-2025. Retos que, tal y como apuntó en la presentación el gestor José Antonio Amoeiro, pasan por reforzar “a imaxe e identidade da RBTGX, o desenvolvemento socioeconómico, a conservación da natureza, e participación e integración social da comunidade e os actores implicados na RBTGX”.

Para la consecución de los objetivos en territorio ourensano, la Xunta ha anunciado una partida de dos millones de euros, de los cuales 620.000 euros, ya han sido aprobados para la restauración ecológica de masas de “Quercus pyrenaica” como hábitats de interés comunitario y la señalización complementaria y adecuación de infraestructuras de la Gran Ruta Transfronteriza, creando un tramo de 1,5 kilómetros, accesible para personas con diversidad funcional.

Tanto el Área de Allariz como la transfronteriza Gerês-Xurés, se verán beneficiado en el periodo 2022/2023 de la línea de ayudas para Reservas de la Biosfera aprobadas dentro de los Next Generation. El territorio enclavado entre el Limia y el Arnoia se llevará 300.000 euros para acciones de conservación medioambiental como el control de especies exóticas invasoras o favorecer el anidamiento de aves; así como con actuaciones sobre el patrimonio con la recuperación de espacios públicos. En el caso del espacio natural transfronterizo, Amoeiro adelantó una inversión de 720.000 euros, de los que 220.000 euros serán para actuaciones de concellos y 500.000 euros para asociaciones y comunidades de montes.

Primer aniversario de la declaración de la Ribeira Sacra e Serras do Oribio e Caurel

La Ribeira Sacra e Serras do Oribio e Caurel ha sido último espacio en incorporarse a la Red Mundial de Reservas de la Biosfera. La declaración, ocurrida el 15 de septiembre de 2021, permitió el reconocimiento de un enclave natural que abarca 306.535 hectáreas y 23 municipios de los que cinco están en Ourense (A Peroxa, A Teixeira, Castro Caldelas, Nogueira de Ramuín y Parada de Sil) y 18 en la provincia vecina de Lugo (Bóveda, Carballedo, Chantada, Folgoso do Courel, O Incio, Monforte de Lemos, Pantón, Paradela, A Pobra do Brollón, Portomarín, Quiroga, Ribas de Sil, Samos, Sarria, O Saviñao, Sober, Taboada y Triacastela)

Una candidatura que, tal y como trasladan desde la Dirección Xeral de Conservación da Natureza de quien depende la coordinación, llevaba aparejada un plan de gestión con las principales líneas de actuación en el territorio. Pendientes de desarrollar la constitución de los órganos que permitan desarrollar la hoja de ruta, y el correspondiente presupuesto de los próximos años, la Xunta de Galicia recordaba que está vigente el Plan de acción del paisaje de A Ribeira Sacra, aprobado en el año 2019, con una decena de actuaciones ambientales y de ordenación del medio físico con un presupuesto de 3,5 millones de euros.