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Más altos y guapos, los niños procedentes de la región rusa de Briansk (así como de otras zonas afectadas por desastres medioambientales y socioeconómicos), desfilaron ayer por la terminal del aeropuerto de Lavacolla (Santiago de Compostela) para reunirse con las familias de acogida en una sala de uso restringido, tal y como exige la normativa rusa y como ha solicitado la asociación organizadora del programa.
Los menores, con edades comprendidas entre los seis y los 17 años, forman parte del 17º programa de acogida de la asociación oriunda de Terras de Celanova y que este año ha visto reducido a nueve el número de familias ourensanas.
VACACIONES SALUDABLES
Su estadía en la comunidad autónoma, que se prolongará hasta el 27 de agosto, permitirá mejorar de forma considerable la salud física y sanitaria de los menores, incluido la realización de reconocimientos médicos y tratamientos especializados (en caso de considerarlo necesario). Durante el verano, familias y asociación preven celebrar varias actividades de hermanamiento en diferentes puntos de la geografía gallega.
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