Carlos Canal, tras La Vuelta: "Llegar a la Castellana es especial"

Después de 21 etapas y 3.280 kilómetros recorridos, Carlos Canal (Xinzo, 2001) puede decir que está cansado. Con toda lógica. El corredor limiano acaba de completar su segunda Vuelta a España consecutiva. Va ganando galones en pelotón internacional lleno de calidad y talento. Él es uno de ellos. A su lado Evenepoel, Roglic o un Valverde en plena despedida. Canal se dejó ver en las llegadas masivas “aunque faltó un esprint puro, a la antigua usanza”. Solo una infección respiratoria le hizo salir de los 75 primeros de la general. Finalizó en el puesto 84, mejorando lo realizado el pasado año. Y todo, siendo el tercer ciclista más joven de la ronda española.

“Estoy contento. A pesar de que durante la última semana no tuvimos toda la suerte del mundo en cuanto a la salud, conseguí terminar una Vuelta a España más que decente. Satisfecho por el rendimiento personal y el del equipo. Me tocó sufrir la tercera semana y tocó afrontarlo lo mejor posible. A nivel colectivo, es imposible meterse en todas las fugas, pero lo dimos todo y dimos guerra. Si tenemos la suerte de seguir siendo invitados a la Vuelta intentaremos repetir o mejorar el papel”.

Galones

Ya tiene callo. En su currículum acumula cada vez más kilómetros. Y eso se nota en la forma de correr una de las tres carreras más prestigiosas del mundo. “Al final ya tienes algo de información previa de cómo te va a responder el cuerpo, de como es afrontar una prueba de tres semanas. Ya vas con más seguridad, más tranquilidad. La experiencia que te da correr una Vuelta se nota. Y confío en que, con el paso de los años, pueda coger ese puntito más para disputar etapas”.

Días para atesorar momentos. Detalles de una Vuelta sin restricciones. El público a las carreteras y los ciclistas a dar espectáculo con una épica que va en el ADN del deporte de las dos ruedas. “De todo lo vivido, me quedo con el último día. El paseo por Madrid. Bueno, paseo... íbamos muy rápido. Ir por la Castellana, rodeados de tanto público y sabiendo que es el final de la aventura es un sentimiento muy especial, que hay que vivir. Fue muy agradable”, recuerda el limiano.

Un “paseo” que sirvió para coronar a Evenepoel y homenajear a Valverde, “un referente que marcó un antes y un después. Es un grande y esperamos seguir viéndolo en las carreras en otro rol”.

Pero si en algún lugar sintió Canal el calor humano fue en los puertos de montaña. “El público tenía muchas ganas de vivir el ciclismo ya sin restricciones. Se notó mucho en las salidas, las llegadas... En los puertos de montaña se veía un ambiente increíble. Se echaba de menos. Después de correr en otras circunstancias, hacerlo así es un placer”.

El ciclista de Xinzo seguirá de naranja la próxima temporada. Estabilidad en un equipo con tradición y solera en el pelotón. “Me siento muy respaldado y apoyado. Siento que es un equipo que me hace mejor y que siento que también yo aporto cada vez más al equipo”.

Con 21 años y una cabeza amueblada, Carlos Canal se toma un respiro en su tierra. Unos días de menos pedales y más desconexión. Y un 2023 por delante con argumentos para ilusionarse.

Una carrera más antes de cerrar una exigente temporada

A la temporada de Carlos Canal no le han faltado días de competición. Todo lo contrario. Arrancó a comienzos de febrero con el Tour de Omán y se cerrará en Francia en dos semanas. Entre medias, citas como la Vuelta a Burgos, el Gran Camiño o la propia Vuelta a España. La vida del ciclista profesional no permite mucho descanso. La bici siempre está presente. Pero, ahora, tocará bajar el ritmo. Al menos, un poco.