"Os Remedios tiene que ser un fortín"

Después de ganar ante el Bezana (2-0), el Pabellón repitió el pasado domingo en el Miguel Ángel, aunque esta vez con peor suerte, ya que cayó por la mínima frente al Lugo (0-1) en un derbi donde mereció sumar.

Uno de los jugadores que fue decisivo en la primera victoria de los blanquiverdes en su campo fue Kevin Tumbeiro (Ourense, 2002), que marcó el primer gol y forzó el penalti del segundo. Aunque contra el Lugo no tuvo tanta trascendencia. "Creo que merecimos, mínimo, puntuar. Es verdad que ellos en la primera parte empezaron bastante bien, pero ya antes del descanso y durante la segunda fuimos superiores. Generamos varias ocasiones de gol, más aún, cuando se quedaron con un jugador menos", asegura Tumbeiro.

El 19 pabellonista analiza el primer tramo de liga y comenta que "con el paso de la jornadas, el equipo va a mejor. Tras cada partido que jugamos, vamos cogiendo más confianza y tomando contacto con una categoría tan exigente como es la División de Honor. Lo que está claro es que todos los partidos son complicados y no nos podemos relajar con ningún rival. Tanto el primero como el último clasificado te puede meter para dentro si no estás concentrado".

El punta ourensano, que llegó el pasado verano procedente del Ourense CF, tiene claro que "nuestro campo tiene que ser un fortín.Tenemos que aprovechar cuando jugamos en Os Remedios para intentar sumar el máximo número de puntos posibles. Queda mucha liga y ahora lo que toca es seguir trabajando". Frente al Bezana anotó su primer gol de liga. Un tanto que celebró con mucha rabia: "Ya tenía ganar de marcar, tenía una pequeña espina y por fin me la pude quitar. No pude realizar la pretemporada porque tuve unos problemas con el covid y me ha costado coger la forma. Cada vez estoy mejor y el domingo pasado completé mi primer partido, algo que no podía hacer al inicio".

Tumbeiro, que estuvo en la cantera del Ourense CF desde prebenjamines hasta el último año de juveniles, reconoce que "cuando recibí la propuesta del Pabellón no me lo pensé, tenía claro que quería jugar en División de Honor. Además, conocía a bastantes jugadores del Pabellón y tuve la suerte que me acompañaron Langa y Viso, por lo que la adaptación ha sido más fácil. Al ser de último año intento aportar mi experiencia a los más jóvenes".