La división política marca el desfile del 12 de Octubre

Miles de personas salieron ayer a mostrar su cariño a las Fuerzas Armadas en el desfile militar con motivo del Día de la Hispanidad, que en esta edición fue más corto a causa del mal tiempo. En concreto, el desfile aéreo se recortó por las nubes, pero el resto se desarrolló sin incidentes, a excepción de los habituales pitos y abucheos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, llegaron antes que la Familia Real, como es habitual, y lo hicieron bajo un aluvión de pitos y abucheos al jefe del Ejecutivo en plenas investigaciones judiciales por los presuntos casos de corrupción que afectan al PSOE y al entorno personal del jefe del Ejecutivo.

Todo el Gobierno, menos las ministras de Sumar Mónica García y Sira Rego, de Sanidad y Juventud e Infancia -de viaje oficial en Berlín y Jordania, respectivamente-; el ministro de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, también de Sumar; y la ministra de Igualdad, la socialista Ana Redondo, asistieron al acto central del 12 de octubre.

También se lo perdieron los presidentes autonómicos de La Rioja, Gonzalo Capellán, y Canarias, Fernando Clavijo, y el lehendakari, Imanol Pradales, que no acude a estos eventos. El mal tiempo en Baleares, Valencia y Murcia impidió la asistencia de Marga Prohens, Carlos Mazón y Fernando López-Miras.

Además, en la tribuna de autoridades tampoco estuvo el líder de Vox, Santiago Abascal, que este año lo siguió a pie de calle para no coincidir con Sánchez. Alega que no quiere compartir espacios con el jefe del Ejecutivo en los que no pueda denunciar “su corrupción” y que estos eventos “blanquean” su imagen.

Cúpula militar

La cúpula militar también sufrió bajas. Este año, el jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante general Antonio Piñeiro, no pudo asistir porque se encuentra en Filadelfia (Estados Unidos) conmemorando el 250 aniversario de la Armada estadounidense.

En la tribuna real sí se pudo ver a la presidenta del Congreso, Francina Armengol; al del Senado, Pedro Rollán; y en la de autoridades al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y a otros representantes de las fuerzas políticas. En la línea de saludo también estaban presentes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.

El acto comenzó puntual, a las 11 horas, con la llegada de los reyes Felipe VI, ataviado con el uniforme de gala de la Armada, en calidad de capitán general de los Ejércitos, Letizia, la princesa Leonor, que vistió el uniforme del Ejército del Aire y del Espacio, y la infanta Sofía, ausente en la parada militar los dos últimos años por cursar el bachillerato en Gales.

La parada militar se realizó a lo largo del Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos, desde la glorieta Emperador Carlos V hasta la Plaza de Colón, tercer año consecutivo en esta ruta ante las obras de soterramiento del tráfico en el Paseo de la Castellana.

Sin incidentes

El programa del acto no varió respecto a años anteriores y transcurrió sin incidentes reseñables. Tras la llegada de los reyes, se les rindieron honores militares, Felipe VI recibió las novedades del jefe de Batallón de Honores y les pasó revista. Después, los monarcas saludaron a las autoridades.

Por otra parte, unas 3.700 personas -1.200 manifestantes y 2.500 representantes de la cultura hispanoamericana-, según la Guardia Urbana de Barcelona (GUB), recorrieron el centro de la capital catalana por el 12 de octubre, convocados por las entidades Espanya i Catalans Movimiento Cívico y Cataluña Suma por España.

La manifestación arrancó sobre las 12 horas en la parte alta del Passeig de Gràcia, delante de la Pedrera, y bajó por esta vía hasta la plaza de Catalunya, donde llegó la cabecera sobre las 13.20 horas.