España y la SEGIB ultiman la hoja de ruta hacia la Cumbre Iberoamericana de 2026

CUMBRE IBEROAMERICANA

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se reunió esta semana con el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand

Albares durante el encuentro con el secretario general Iberoamericano
Albares durante el encuentro con el secretario general Iberoamericano | Ministerio de Exteriores

A menos de un año de la próxima Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Madrid en 2026, el Gobierno español acelera los preparativos de la mano de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se reunió esta semana con el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, para coordinar los próximos hitos de la Secretaría Pro Tempore que España ostenta desde 2024.

El encuentro, celebrado en el Palacio de Viana, tuvo como objetivo central reforzar el rumbo estratégico de la Cumbre, que buscará marcar un punto de inflexión para el sistema iberoamericano. Albares y Allamand repasaron el calendario político y técnico de cara a los próximos meses, subrayando el papel de España como país anfitrión y motor de una comunidad que, en palabras del ministro, “comparte valores, lazos históricos y una visión común en un contexto global cambiante”.

Reafirmar el sistema iberoamericano

La Cumbre de Madrid se perfila como una oportunidad para repensar el sistema iberoamericano y adaptarlo a los desafíos actuales. Según avanzó Albares, España propondrá una revisión de métodos de trabajo, la identificación de nuevas prioridades y una reflexión profunda sobre el modelo de gobernanza y cooperación. El objetivo es claro: reforzar la cohesión de los 22 países miembros y proyectar su voz en los grandes debates internacionales.

Uno de los pilares de esta estrategia será la Cooperación Iberoamericana, cuyo nuevo Plan de Acción Cuatrienal (2026–2029) se encuentra en fase de elaboración. También se dará prioridad a temas como la movilidad académica, el reconocimiento mutuo de títulos universitarios y la promoción global del español y el portugués como lenguas de integración y proyección.

Ambos mandatarios se estrechan la mano
Ambos mandatarios se estrechan la mano

Una diplomacia con hoja de ruta

El encuentro sirvió además para cerrar la agenda de alto nivel que precederá a la Cumbre. En septiembre, durante la Asamblea General de Naciones Unidas, se celebrará en Nueva York un desayuno informal de ministros iberoamericanos de Exteriores. En noviembre, está prevista la reunión estatutaria de cancilleres, clave para afianzar los compromisos políticos que se trasladarán al cónclave de 2026.

Ambos responsables también analizaron los resultados de la reunión de ministros iberoamericanos celebrada en Sevilla el pasado 1 de julio, coincidiendo con la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, y que sirvió de plataforma para alinear posiciones en materia de cooperación y financiación internacional.

España, en el centro del espacio iberoamericano

“Esta cita en Madrid no es solo un encuentro, sino una oportunidad para dar un salto cualitativo en nuestra relación con América Latina y con el conjunto de la comunidad iberoamericana”, señaló Albares tras el encuentro con Allamand.

La Cumbre de 2026 llegará en un contexto de creciente interés estratégico por América Latina en el ámbito europeo, y se espera que Madrid actúe como puente entre ambos lados del Atlántico, en un momento en el que la región busca visibilidad y protagonismo global.

Con la cuenta atrás en marcha, el Gobierno español y la SEGIB ultiman los detalles de una cumbre que pretende reforzar los lazos históricos y proyectar el futuro de Iberoamérica desde una posición renovada, plural y cooperativa.

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