Los vecinos de O Barco urgen arreglar una calle para evitar las frecuentes caídas

El alcalde asegura que el hundimiento de la calle Carrúa será subsanado

El hundimiento de la calzada en la calle Carrúa y las caídas que ocasionó movilizaron a los vecinos, que pretenden transmitir por escrito su malestar al Concello. Afirman que ésta no es la única deficiencia de una obra que finalizó en mayo. El alcalde del PSOE, Alfredo García, dice ser conocedor de que el vial repisó y que lo arreglará la empresa que lo construyó.

J.C.

Publicado: 22 dic 2007 - 11:02 Actualizado: 10 feb 2014 - 23:36

Repise de la calle Carrúa.
Repise de la calle Carrúa.

Los vecinos de la calle Carrúa de O Barco aúnan esfuerzos para reclamar la mejora del vial. La calzada repisaba -se hundió- unos 10 centímetros al finalizar las obras de reforma, provocando varias caídas. Aunque la mayoría no tuvieron gravedad, dos de los accidentados fueron atendidos en Urgencias.

“O outro día, fun botar a basura ao contenedor e como vas distraída, caín en manqueime nun pé”, comentaba el viernes 21 de diciembre una de ellas, Pilar Núñez, al mismo tiempo que mostraba el parte médico. Añadió que no fue la única, pues á otra vecina tuvieron que ponerle varios puntos en la frente por caer sobre la calzada, debido a su desnivel.

Ante esta situación, los vecinos preparan un escrito para trasladar sus quejas al Concello barquense. En él también reflejarán otras posibles deficiencias detectadas al finalizar el arreglo de la calle, entre ellas unas conducciones que, según los vecinos, favorecen la inundación de los garajes.

El alcalde de O Barco, el socialista Alfredo García, afirma que es consciente del hundimiento de la calzada de la calle Carrúa y añade que “la empresa lo va a arreglar”. En este sentido, apuntó que la solución definitiva se acometerá conjuntamente con el asfaltado de las calles Balorca, Pena Trevinca, Lugo, Virxe da Barxa y Florencio Delgado Gurriarán. Pero antes deberán estar finalizados los demás trabajos de reforma de estas arterias.

En todo caso, el regidor recuerda las complicaciones que acarreó la obra de la calle Carrúa y que “en esta calle no paran de protestar” desde que comenzó. Explicó que el colector de residuales hubo de ser enterrado en una zanja de más de tres metros de profundidad para poder dar salida a las conducciones de todas las casas. “Estábamos convencidos de que iba a repisar, porque una zanja siempre se hunde”, indicó.

OBRAS

El proyecto de la calle Carrúa incluyó los servicios de abastecimiento y saneamiento, así como la calzada.

La obra comenzó en octubre del 2006.

Finalizó en mayo, dos días antes de las pasadas elecciones municipales.

El retraso provocó numerosas protestas.

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